Reunirse con royals es todo un privilegio, aunque sea pagando. "Si quieres, puedes", dice el refrán. Pues paga con diez billetes de 500 euros y lo tienes. Meghan Markle te está esperando para una cita, que no una cita a solas, no te confundas. La mujer de Enrique de Sussex se está hinchando a dar entrevistas últimamente, especialmente a su programa favorito, Archetypes, donde solo hace un par de semanas fue entrevistada por la mismísima Paris Hilton. Es un podcast ideal porque te permite abrirte y ser tú: Hilton te hace sentir muy cómoda y Markle lo está, se nota. La mamá de Lilibet, que reside en California con su familia, es de las royals más sinceras del universo.
Tan sincera que te lo dice a la cara: paga cinco mil pavos y podemos hablar. No se esconde: sino siempre hay otra opción, que es cogerte un jet hacia California y probar suerte, pero no lo recomendamos. Demasiado caro y demasiado poco seguro. Pero ¿por qué esta cita? Muy sencillo, es por una causa benéfica, así que te sentirás bien al pagarlos (si los tienes, claro). Y con cena incluida, por cierto. Organizada por una empresa solidaria como es Women's Fund Indiana, con la cual colabora a menudo la duquesa de Sussex, esta cena tiene los 5.000 lereles de entrada como base y pretende recaudar fondos para las mujeres desfavorecidas. Un pase que no tendrá problemas en abonar Markle, ex azafata televisiva de Deal Or No Deal, que ya ha confirmado su asistencia el próximo 29 de noviembre. ¿Podrás pagarlos tú?
Un evento muy privado e histórico
Meghan estará acompañada de una rabina en el acto. Se trata de Sandy Sasso, que ejercerá como moderadora del acto y hará historia al ser la primera mujer rabina del movimiento reconstruccionista. Para los que no estéis al tanto, un rabino es un jefe espiritual de la comunidad judía que tiene entre sus funciones interpretar las Sagradas Escrituras, instruir a los jóvenes, predicar sermones, celebrar bodas... En fin, todo esto, pero en femenino.
La cita promete, pero hay una mala noticia: no habrá imágenes, ni vídeos, ni audios. No sabemos si restringirán los móviles desde el principio o simplemente les caparan las cámaras, pero quieren mantener la privacidad máxima en el evento. En fin, no lo entendemos... pero todo sea por una buena causa.
Alerta sanitaria
Lo que es más surrealista de todo no es solo que no se podrán echar ni fotos ni vídeos ni similares, sino que no se podrá entrar sin una PCR. La pandemia se ve que aún azota el Reino Unido y tras más de 32 meses de alerta sanitaria, se siguen pidiendo tests de antígenos, PCR's y vacunas. La organización del acto lo ha confirmado: o los asistentes traen un certificado conforme son negativos en la prueba del Coronavirus Covid-19 SarsCov-2 o no podrán siquiera pagar los 5.000€ de entrada inicial. Así que el precio real es de cinco mil euros y, mínimo, cuarenta más de una PCR. Pintoresco.