La historia familiar de la reina Letizia siempre ha estado rodeada de controversias, especialmente cuando se menciona a su abuela materna, Menchu del Valle. Aunque la relación entre Letizia y Menchu era estrecha y afectuosa, en los últimos años han salido a la luz relatos que cuestionan la reputación de la familia. La abuela de la reina, quien fue una reconocida locutora de radio, ha sido objeto de polémica debido a su supuesta vida de promiscuidad, tal como lo señala el periodista Isidre Cunill en su libro "Letizia Ortiz, una republicana en la corte del rey Juan Carlos I".
Menchu del Valle fue una figura destacada en el ámbito de la comunicación. Su voz inconfundible resonó en las ondas españolas desde 1947 hasta 1990. Su dedicación y talento le valieron importantes reconocimientos, como dos Antenas de Oro y el Premio Nacional de Radio. A lo largo de su carrera, Menchu fue respetada y admirada por su profesionalismo, pero detrás de esa imagen pública, según algunos relatos, se escondía una vida personal llena de controversias.
La abuela de la reina Letizia tenía una reputación cuestionable
Cunill sostiene que la vida de Menchu estuvo marcada por la promiscuidad y la ambición. Según este autor, Menchu no solo fue una pionera en la radio, sino también una mujer que utilizaba su carácter fuerte para avanzar en su carrera, incluso valiéndose de relaciones personales. Estos relatos señalan que el fallecido José Luis Ortiz, quien fue oficialmente el abuelo de Letizia, no sería en realidad el padre biológico de Jesús Ortiz, padre de la reina. El verdadero abuelo, según estas fuentes, sería un famoso oftalmólogo de Asturias, cuya identidad nunca se ha confirmado.
“La Menchu nació y se crio en Aldea de San Miguel. Fueron después de muchas correrías a Asturias. El fallecido José Luis Ortiz no era el padre de Jesús Ortiz, este lo aceptó como hijo suyo al unirse a Menchu. Se dice que el verdadero abuelo de Letizia es un famoso oftalmólogo de Asturias. Al no saberse nada de él, pues tampoco sabemos si realmente es de Asturias o como tanta gente en aquella época se trasladó allí buscando un mejor nivel de vida”, publica el portal Cazabunkers, haciendo referencia a la obra de Cunill.
Justifican su ascenso en su carrera con su promiscuidad
Las controversias familiares no terminan ahí. La bisabuela de la reina Letizia, Plácida del Valle, conocida como ‘La Patatina’, tenía una reputación aún más comprometida. Su vida en Aldea de San Miguel (Valladolid) ha sido objeto de numerosos rumores, que han llegado hasta nuestros días. “su exceso de promiscuidad, su carácter a veces endiablado y también una vulgaridad natural que siempre la ayudó a no ocultar su ambición”, apunta el autor. Plácida, con su apodo vulgar, simboliza una figura controvertida en el árbol genealógico de la reina, y su vida ha sido descrita como un reflejo de la ambición desmedida y los sacrificios que muchas mujeres de la época tuvieron que hacer para sobrevivir.
Jaime Peñafiel y otros cronistas de la vida de la monarquía han sugerido que Letizia pudo haber heredado de su abuela y bisabuela no solo el talento para la comunicación, sino también ciertos aspectos menos admirables de su personalidad, como el deseo de poder y una supuesta inclinación a la promiscuidad. Estos comentarios, aunque sensacionalistas, han alimentado una narrativa oscura en torno a la familia de la reina.