Letizia despide su peor año. No habrá más Letizia hasta pasado Fiestas. La agenda oficial de la reina se ha vaciado hasta la semana del 8 de enero. Y la todavía mujer de Felipe tiene pánico a la reentré porque ignora si se habrá apagado el eco de Jaime del Burgo. Su examante sigue colgando fotos y tuits para recordar que conserva todo tipo de pruebas que demostrarían, si hiciera falta, que todo lo que ha explicado es cierto. Letizia sabe que esta batalla con Del Burgo la tiene perdida. Cuando son dos amantes, basta que uno de los dos destape el asunto. Letizia ha conseguido tapar el agujero que se le abría dentro de la Familia Real con un gesto inédito: dar apoyo a Juan Carlos, Elena, Cristina, Froilán y a todos los expulsados de Zarzuela. Letizia los vuelve a acoger porque se siente débil y no puede abrir más guerras que la única que le queda, la de la opinión pública. Es difícil saber qué piensa España de los cuernos del rey porque casi ningún medio de comunicación habla de ello. La pobre Pilar Eyre fue el jueves a una tertulia a Antena 3 para hablar de la comida d la Familia Real y tuvo que decir que aquella reunión no se entendía sin "Eso que todos sabemos pero que aquí no se puede decir". El ridículo en la prensa ya dura demasiado, pero Letizia confía que pasadas las Fiestas todo se apague. El último acto del año, en el Auditorio de Madrid para cerrar el semestre de presidencia europea, pasó sin ningún susto, ni gritos ni espontáneos, pero con Letizia enviando mensajes con su nuevo look estilo Sofía:
Letizia estilo institutriz, negro riguroso, moño y pelo canoso bien visible, sin teñir. Una Letizia sobria, ni un toque de color, seria, nada frívola, lejos de los brazos musculosos o de los colores rojos. Letizia está mutando en Sofía, su detestada suegra: germánica, distante, y cornuda solo que en su caso los cuernos los pone ella. El nuevo look de Letizia para acabar el maldito 2023 envía información: no se divorcia de Felipe y será una Letizia más emérita que princesa, pero esconde una mentira que le soltó a un famoso médico catalán, republicano e independentista, el Doctor Oriol Mitjà. Según confesó el médico al programa de Marc Giró de RAC 1, Letizia y él mantuvieron una conversación privada en un acto de la fundación Princesa de Girona. Y allí Letizia le confesó como elige la ropa.
El científico comentó a Letizia "que no se tenía que preocupar tanto por su imagen" y también se atrevió a decirle que él "es republicano" y que en Catalunya "hay una percepción que la institución no representa sus intereses". Letizia, poco acostumbrada a hablar con independentistas catalanes, quiso corregirle asegurando que su imagen frívola era inmerecida porque ella tiene tres normas sagradas con la ropa. Letizia: "Tienes toda la razón, pero fíjate que yo lo que utilizo para vestirme son tres criterios. El primero es que sea ropa y tejidos ecológicos, el segundo que valga menos de 100 euros y el tercero que sea de manufacturación local". ¿Looks de menos de 100 euros? Cuando va de Zara quizás pero en el Auditorio de Madrid la reina despidió el año con un conjunto de Paco Rabanne que valía 2000 euros.
La revista Semana revela cómo Letizia mintió a Oriol Mitjà, es falso que vista low cost: "Chaqueta de línea ajustada con textura diferenciada de satén en la solapa superior y en los bolsillos, aunque es el único botón joya de cristal para el cierre el que centra la pieza. También lleva botones más pequeños en puños y bolsillos. Su precio es de 1.250 euros. Los pantalones son rectos, tobilleros y de tiro alto, también con botón joya en la cintura, que estilizan y alargan mucho las piernas. Cuestan 750 euros.". La nueva Letizia Borbón: cuando miente ya ni disimula.