Parecía que se fuera de por vida. Un acto lleno de la pompa, circunstancia y pérdida de tiempo habitual en las españas cuando se trata de la monarquía. Un acontecimiento que en muchos momentos ha provocado vergüenza ajena por el despliegue, por la gente que ha ido hasta allí sin tener nada más que hacer, por la trascendencia habitual en torno a los Borbones, cuando se trata de hacerles la rosca y darles golpecitos en la espalda. Spain is different, y eso se ve con momentos como los que se vivieron este sábado en el puerto de Cádiz: la hija mayor de los reyes, la heredera, la princesa, Leonor, se va, no para toda la vida, sino seis meses, a navegar. Chim pum. Leonor, continuando con su formación naval, ha puesto rumbo a alta mar y se ha marchado con sus compañeros a bordo del Juan Sebastián Elcano, el buque-escuela donde estará medio año haciendo prácticas navales, haciendo el 'Telelcano', un informativo humorístico y, en definitiva, perdiendo de vista a los papis durante una temporada.

Sombreros al aire, adioses sentidos y el momento culminante, cuando el barco zarpaba y dejaba atrás el puerto... y a los reyes, allí plantados, con lágrimas en los ojos, porque la hija se marcha durante seis meses. Letizia, desencajada, no podía reprimir el llanto al ver la partida de su hija mayor.

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Felipe y Letizia, despidiendo a su hija Leonor / GTRES
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Felipe y Letizia, despidiendo a su hija Leonor / GTRES

Un momento complicado para la reina, que ahora se queda sola con su marido en Zarzuela, con la hija mayor en medio del mar y la pequeña en el internado de Gales donde está haciendo el bachillerato. Y Letizia que ya empieza a echar de menos a Leonor. Justo en el momento que el barco zarpaba, y mientras se iba alejando, ella estaba con Felipe mirando al horizonte, hacia el Juan Sebastián Elcano, para ver si distinguía entre la tripulación a su hija. Un momento en que charlaba privadamente con Felipe, sin ser consciente de las cámaras, solo tenía ojos para la princesa, y donde se ha podido escuchar cómo ha mencionado a su hija mientras la buscaba a lo lejos: "¿Dónde está mi chica?". Lo mejor, sin embargo, la respuesta humillante de su marido, como cachondeándose: "En el mismo sitio que antes". La red, alborotada: