Hace años que la relación entre los reyes eméritos Juan Carlos I y Sofía es nula. Cuentan expertos en la monarquía que solo tuvieron relaciones de cama hasta que nació Felipe. Una vez Juan Carlos tuvo al varón que deseaba dejó de tocar a Sofía y cada uno empezó a hacer la vida por su lado. En realidad, ninguno de los dos se casó enamorado del otro, lo que derivó en un desenlace inevitable.
Aún así, Sofía no es ajena a lo que pasa a su alrededor. Durante años ha sido muy consciente de las infidelidades de su marido. La prensa y fuentes cercanas le han ido confirmando todas y cada una de las relaciones que ha mantenido el emérito al margen de su matrimonio. Y la lista de amantes no es precisamente corta.
La fiesta de cumpleaños de Juan Carlos I fue otra humillación a la reina Sofía
Aunque ya no se quieran y el respeto entre ambos haya desaparecido, la reina Sofía no puede evitar el dolor al ver a Juan Carlos con otras mujeres. Las fotos en las que el ex monarca aparece con Bárbara Rey en plan muy cariñoso publicadas por la revista Privé fueron un golpe devastador. Porque una cosa es saberlo y otra muy distinta es verlo. Y en esta línea, también ha tenido un disgusto grande al ver las instantáneas que se han publicado de la fiesta que Juan Carlos celebró por su 87 cumpleaños el pasado 5 de enero.
Tal y como relata Pilar Eyre, en las fotos se ve, sentada al lado de Juan Carlos I, a una mujer. Según la periodista especializada en la casa real, esta mujer sería Marta Gayá, su amante inseparable durante años con la que se sigue viendo a menudo, tanto en Abu Dabi como en Ginebra, donde ella reside.
Nueva traición de las infantas Elena y Cristina a la reina Sofía
“La que estaba a su lado y estaba también como anfitriona de la cena, era su amiga Marta Gayá. Ya lo he dicho desde hace tiempo, su mejor compañera es la que está a su lado desde hace muchos años, en calidad de qué ya no lo sé, pero desde luego hablan cada día, ella pasa temporadas en Abu Dabi, él la visita en Suiza, y yo sé que el año pasado también estuvo en la fiesta de cumpleaños. Evidentemente, ocupa el lugar que debería ocupar la reina Sofía, pero nadie se acuerda de ella. No sirve para engrosar el núcleo familiar de Felipe VI y tampoco el de Juan Carlos, las relaciones con su nuera no son las mejores del mundo y el rey ha querido compensarle concediéndole el toisón de oro, que es la condecoración más alta. Merece todas las condecoraciones que se puedan conceder porque la verdad que aguantar todas esas humillaciones públicas ha sido realmente un trabajo constante”.
No obstante, no es la presencia de Marta lo que más duele a Sofía. Lo que realmente le escuece a la emérita es saber que sus hijas, las infantas Elena y Cristina, tragan con todo. Para Sofía, que Cristina y Elena vean con buenos ojos que su padre se exhiba con otra mujer es una total traición, una humillación y una falta de respeto que no hacen más que agudizar la crisis de tristeza en la que está sumida desde hace años.