Mientras que Irene Urdangarin ya estudia en Reino Unido, su hermano Miguel continúa instalado en Zarzuela. El joven estudió Ciencias del Mar en Londres, siempre ha sido un apasionado de la biología, pero tras realizar las prácticas en una empresa, se quedó sin trabajo. Decidió sacarse el título de monitor de esquí, pero sufrió una importante lesión. Fue entonces cuando decidió volver a Madrid. Ahora acompaña a la reina Sofía y a Irene de Grecia.
El hijo de la infanta Cristina es quien sabe de primera mano como se encuentra su abuela en estos momentos. Se han rumoreado muchas cosas, pero ninguna cierta. La reina Sofía empieza a presentar los primeros problemas fruto de su avanzada edad. Pérdida de la movilidad, algunos despistes, incluso trabarse al hablar en los discursos.
Estos dos últimos años han sido muy complicados para la reina Sofía. La octogenaria ha perdido a su hermano Constantino de la noche a la mañana, unos meses más tarde se confirmaba la enfermedad de Irene de Grecia, que se encuentra en un punto muy avanzado. Entre tanto se ha tenido que despedir de algunos sobrinos, incluso de su peluquero. La muerte ha estado muy presente en estos años de su vida. Además, está triste por la poca unión de su familia y por verse más mayor.
A la reina Sofía le hubiese gustado morir al servicio de la corona, pero Felipe VI ya ha adelantado que ha llegado el momento de decirle adiós. Toda la familia cree que debería descansar sus últimos años de vida después de cinco décadas en la institución.
La reina Sofía necesita apoyarse en un bastón
Miguel Urdangarin ha visto a su abuela llorar en los últimos meses, algo que no había sucedido nunca. La emérita era una mujer muy fuerte. De hecho, aunque le afectaron, nunca le importaron las humillaciones de Juan Carlos.
Es probable que estos hayan sido los últimos premios Princesa de Asturias de la reina Sofía en el palco honorífico. La emérita ya ha presentado problemas avanzados de salud. Hace tan solo un par de semanas en los últimos actos ya tuvo algunos tropiezos. Según fuentes cercanas a Zarzuela, Felipe VI ordenó a su madre que usara bastón en los actos para evitar sustos, pero se niega, porque eso la hace aún más mayor y débil, y ella no quiere mostrarse así.
En Zarzuela se cayó y dio un gran susto a Miguel Urdangarin. De hecho fue en ese momento cuando sus hijos le obligaron a usar bastón, por lo menos en casa. Juan Carlos I tampoco quiere usar la silla de ruedas en público.