Miguel Urdangarin ha sido una fuente constante de preocupaciones para la familia real, y recientemente han salido a la luz nuevos detalles sobre su estilo de vida. Durante años, los hijos de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina evitaron la exposición mediática debido al escándalo del caso Nóos. Sin embargo, con la llegada de la mayoría de edad, cada uno ha tomado su propio camino, atrayendo inevitablemente la atención pública. En particular, Miguel e Irene Urdangarin han generado cierta controversia con sus decisiones.
Ambos optaron por tomarse un año sabático tras finalizar sus estudios y se instalaron en el Palacio de la Zarzuela junto a la reina Sofía. Miguel tenía el objetivo de formarse como instructor de esquí, pero una lesión sufrida durante su entrenamiento frustró sus planes, obligándolo a desistir de esa aspiración.
El joven cursó la carrera de Ciencias del Mar en el Reino Unido y, tras una breve experiencia laboral de seis meses en una empresa, su trayectoria profesional parece haberse estancado. Actualmente, se encuentra sin empleo y, lejos de mostrar preocupación por su situación, parece estar disfrutando de su vida sin mayores responsabilidades. Su madre, la infanta Cristina, le ha pedido expresamente que mantenga un perfil bajo y evite atraer la atención de los medios de comunicación.
A pesar de residir en el Reino Unido en estos momentos, Miguel tiene la intención de regresar a Madrid, donde vive su actual pareja, Olympia. Su relación comenzó tras coincidir en eventos nocturnos en la capital española, aunque en realidad se conocen desde hace años, ya que estudiaron juntos en un colegio en Ginebra.
Miguel Urdangarin preocupa a la infanta Cristina, ya no sabe qué hacer con él
El motivo principal por el que Miguel Urdangarin no ha mostrado interés en desarrollar una carrera profesional es su estabilidad económica, que le permite vivir sin preocupaciones. Como el resto de los nietos de Juan Carlos I, recibe una generosa asignación mensual de 10.000 euros por parte del rey emérito. Además, la infanta Cristina también contribuye a su manutención, otorgándole 6.000 euros adicionales a cada uno de sus hijos. Mientras que Leonor y Sofía no reciben estas ayudas por decisión de Felipe VI y la reina Letizia, los hijos de la infanta Elena y Cristina cuentan con este respaldo financiero. Miguel gasta más de 3.000 euros mensuales en planes de ocio.
Lejos de enfocarse en su futuro laboral, Miguel parece estar disfrutando plenamente de su juventud, dedicando su tiempo a la diversión y el ocio. Su estilo de vida despreocupado ha generado inquietud en su familia, especialmente en su madre, quien decidió recurrir a su padre, el rey Juan Carlos I, para que interviniera. Recientemente, el emérito viajó al Reino Unido para reunirse con sus nietos y tratar de encauzar su situación, en un intento de que Miguel, Irene y los demás miembros de la familia mantengan una imagen más discreta y menos controvertida.
