Miguel Urdangarin acabó con la paciencia de Felipe VI y Letizia. Este último año se ha descubierto la verdadera identidad de los hijos de la infanta Cristina, no eran tan perfectos como ella hizo creer. Simplemente los alejó del foco mediático para que nunca se hablase de ellos como se ha hecho con Victoria Federica y Froilán. Los hijos de la infanta Elena no son tan diferentes de los de su hermana. Este año han sido tres los que se han permitido un año sabático. Miguel, Irene y Juan.
El hermano de Juan, Pablo e Irene terminó su carrera de Ciencias del Mar en Londres, y después de realizar unos meses de prácticas obligatorias, la empresa no renovó su contrato y acabó en la calle. El joven se marchó a Ginebra en época invernal para formarse como monitor de esquí, pero no consiguió el título porque sufrió una lesión que le apartó hasta su recuperación. Así que decidió irse con su hermana a Madrid. Por ello acabó en Zarzuela, aunque este mes de septiembre se ha instalado con sus hermanos en Reino Unido. La infanta Cristina no lo quería más tiempo en Madrid, estaba causando demasiados problemas que no tardarían en salir a la luz pública si permanecía allí.
Miguel Urdangarin salía todos los días de fiesta y llegaba a altas horas de la madrugada
Igual que le sucedió a Irene, Miguel Urdangarin también conoció a su primer amor en este año. Se trata de Olympia. La joven es hija de Alfredo Beracasa, un importante empresario y banquero venezolano con propiedades y negocios en Caracas, Miami, la Costa Azul y Suiza. Aunque Alfredo reside en Suiza, también pasa largas temporadas en Miami.
Olympia y Miguel se conocieron por los hermanos de éste. El joven salía mucho de fiesta, tanto o más que Victoria Federica. Ya conocía todos los locales de moda de la capital. Llegaba a Zarzuela a altas horas de la madrugada, a veces en un estado preocupante de embriaguez. Una actitud que no gustaba nada a la infanta Cristina. Por ello, su madre estaba muchas veces en Madrid. Era la única forma de que se comportase.
Por ahora continúa sin trabajo, pero ya no vive en Zarzuela, se ha trasladado a Londres con sus hermanos. Aunque ahora mismo tampoco tiene oficio ni beneficio, vive gracias a su madre y al sueldo que Juan Carlos I paga a todos sus nietos a excepción de Leonor y Sofía, aunque él se lo gasta en pubs de Londres. Por lo menos Cristina allí está tranquila, sabe que ninguna cámara le persigue, pasa mucho más desapercibido.