Se acabaron las vacaciones y los años sabáticos. Felipe VI, por petición de Letizia, ya que él nunca hubiese echado a su propia familia, ha dejado claro que Zarzuela no es un hotel. En el último año los hijos de la infanta Cristina se habían instalado en palacio con la reina Sofía. La primera fue Irene Urdangarin al cambiar de rumbo en sus estudios. Su madre siempre ha hecho creer que la benjamina de la familia era una niña ejemplar, educada y estudiosa, sin embargo, por lo menos lo segundo es totalmente falso. Irene ha sacado una nota de bachillerato internacional muy baja, creen que su bajo rendimiento se debe a la separación de sus padres. Tenía claro que quería estudiar Administración y Dirección Hotelera en la prestigiosa universidad de Lausana, en Suiza, donde estudian los mejores, pero no ha habido hueco para ella. Realizó las dos semanas de prácticas obligatorias para acceder a las pruebas. La infanta pagó los 500 euros para los exámenes, e Irene suspendió, se quedó sin plaza. No sabía que rumbo tomar, así que decidió abandonar Ginebra e irse a Madrid para tomarse un año sabático. Esto es lo que Cristina no quería que pasase nunca. Pensaba que se quedaría cuatro años con ella y allí se enamoraría, pero ha sido al revés. Para colmo, la joven se ha enamorado de Juan Urquijo. Aunque realizó un voluntariado después de las navidades, Irene ha pasado varios meses en Zarzuela con su abuela.
Unos meses más tarde era Miguel Urdangarin quien acompañaba a su hermana Irene en el palacio de la Zarzuela. La reina Sofía estaba encantada de recibir a sus nietos, sin embargo Felipe y Letizia no tanto porque ponían en riesgo la seguridad y privacidad de la familia, aunque ellos vivan a un kilómetro de distancia en el pabellón del príncipe, pero a fin de cuentas en el mismo recinto. Se accede por la misma puerta.
Felipe y Letizia se han cansado de la presencia de los Borbón
Con la presencia de Miguel e Irene recibían siempre la visita de la infanta Cristina, y peor aún, la de Victoria Federica, quien ya se había quedado a dormir en multitud de ocasiones con su abuela, siempre que llegaba tarde de fiesta y con alguna copa de más para evitar coincidir con su madre.
Letizia y Felipe dejaron claro a los Urdangarin que podían quedarse en Zarzuela de forma temporal, no permanente, debían buscarse otra cosa. No querían que se acomodasen y no poderlos sacar ni con agua caliente. Les dieron como ultimátum el mes de septiembre. En principio Irene se instalará en Reino Unido para ir a la universidad, pero son solo rumores. Los dos han cumplido su palabra. Maletas hechas.