Miguel Urdangarin, hijo de la infanta Cristina, atraviesa una etapa complicada. A pesar de haber comenzado con grandes expectativas en su vida profesional y académica, la realidad parece ser distinta. En el último año, tanto él como sus hermanos han sido el centro de una serie de problemas que han dejado bastante preocupada a su madre. Aunque la infanta Cristina siempre ha intentado mantener a sus hijos alejados del foco mediático y ha intentado educarlos en valores de responsabilidad y disciplina, la situación de los jóvenes Urdangarin está tomando giros inesperados.
Miguel, al igual que su hermana Irene, había seguido una trayectoria aparentemente prometedora. Después de finalizar la carrera de Ciencias del Mar en Londres, parecía que el futuro le deparaba buenas oportunidades. Sin embargo, tras cumplir con sus prácticas en una empresa, esta no renovó su contrato y, a partir de ahí, el joven se encontró sin trabajo. Sin un rumbo claro, decidió tomar otro rumbo y se mudó a Ginebra, donde intentó formarse como monitor de esquí. Sin embargo, la suerte no estuvo de su lado, ya que una lesión impidió que pudiera completar su formación y obtener el título que tanto deseaba.
La suerte no acompaña a Miguen Urdangarin
En lugar de quedarse en Ginebra, Miguel optó por ir a Madrid, donde se instaló con su hermana, Irene, quien también estaba pasando por un momento de incertidumbre tras no superar las pruebas de acceso para estudiar Administración y Dirección Hotelera en la Universidad de Lausana. La infanta Cristina había invertido mucho en la educación de sus hijos, pero el bajo rendimiento de Irene en el bachillerato internacional y su decisión de no seguir los estudios de manera convencional preocupaban a la familia. Por lo tanto, Irene decidió tomar un año sabático y quedarse en Madrid, algo que no formaba parte de los planes de la infanta.
Con Miguel en Madrid y sin un trabajo fijo, la situación de ambos jóvenes ha sido un tema de conversación constante. La madre de los chicos, Cristina, ha hecho todo lo posible por mantenerlos alejados de la atención mediática, pero sus intentos de que sus hijos sigan un camino de estudios y trabajo no han salido como esperaba. Lo cierto es que tanto Irene como Miguel no han cumplido con las expectativas familiares, y parece que se han distanciado de las enseñanzas de la infanta sobre responsabilidad. El consuelo para la infanta es que Irene ha decidido dar una nueva oportunidad a la formación académica. Aunque la realidad es que la joven no termina de estar a gusto con esta nueva etapa.
Miguel Urdangarin espera poder recuperar su rutina el año que viene
Recientemente, Juan Carlos I, el rey emérito, se reunió con los hermanos en Londres para intentar hacerles reflexionar sobre su futuro. Se dice que Irene no está satisfecha con su carrera universitaria en Oxford, y que está considerando abandonar la universidad. Parece ser que a Irene le gusta más vivir en plan sabático.
Por su parte, Miguel, que aún no ha logrado encontrar un empleo, planea retomar el curso de monitor de esquí en el próximo año, una vez que se haya recuperado de su lesión. A pesar de las dificultades que enfrenta, parece que el joven está decidido a seguir intentándolo. Sin embargo, la infanta Cristina sigue preocupada por la situación de sus hijos, pues teme que se desvinculen aún más de los valores que siempre ha intentado inculcarles.