La infanta Cristina ha intentado proteger siempre a sus hijos. No quería que se pusiesen en el foco mediático para que nadie hablase de ellos. Por este motivo, se alejaron de España. Vivieron en Washington y en Ginebra cuando explotó el caso Nóos. De esta manera, las cámaras no perseguían a la familia y descubrían toda la verdad. Los hijos de Cristina no son tan perfectos, educados, responsables y estudiosos como han hecho creer siempre a todos los ciudadanos. Siempre se ha hablado de Froilán y Victoria Federica, protagonistas de todas las polémicas, y los Urdangarin han quedado en un segundo plano.
Estos últimos meses se ha descubierto que Irene Urdangarin no era tan buena estudiante como han hecho creer a todos. Han culpado al divorcio de sus padres que ha descentrado a la joven en sus estudios. Las notas del bachillerato internacional fueron muy bajas y no ha logrado superar las pruebas de acceso a la prestigiosa universidad de Lausana, a la que solo acuden los mejores. Por este motivo, para disimular, la infanta Cristina le pidió a su hija que hiciese un voluntariado como ya hizo Juan Urdangarin.
Pero no es el único problema de la infanta Cristina, su hijo Miguel Urdangarin también ha decidido tomarse un año sabático tras su lesión al practicar esquí. Tuvieron que operarle de urgencia y entre el tiempo de baja y el curso que estaba realizando para ser profesor de esquí, ha tenido que paralizar su agenda. De momento no trabaja ni tiene ningún interés. La vida de Miguel, como la del resto de sus hermanos es demasiado acomodada y no tienen ninguna necesidad.
Juan Carlos y la reina Sofía solucionan la vida a Miguel Urdangarin
Juan Carlos se encarga de financiar la vida de todos sus nietos, a excepción de Leonor y Sofía. Felipe y Letizia se encargan personalmente de sus gastos. El emérito paga los estudios y las viviendas del resto de sus nietos, incluso les regala coches cuando se sacan el carnet de conducir. Son unos privilegiados. No les falta de nada. Cualquier cosa que necesiten solo tienen que pedírsela a su abuelo. Tiene un sueldo destinado solo a los gastos de seis de sus ocho nietos. Así que no tiene necesidad de ponerse a trabajar, tal y como le ha comunicado a la infanta Cristina.
Por ahora, Miguel Urdangarin también vivirá en Zarzuela totalmente gratis con su abuela, la reina Sofía, y su hermana, Irene Urdangarin, que ya ha vuelto del voluntariado en Camboya.
Miguel Urdangarin podrá disfrutar de su nueva vida de rico en Madrid en compañía de su familia y amigos.