Los hijos de la infanta Cristina se han convertido en más polémicos que los de su hermana Elena, pero es que estos siempre han estado alejados del foco mediático. Su madre ha intentado que nunca se sepa nada ellos, solo que son muy buenos estudiantes y unos hijos ejemplares. Pero la realidad es muy distinta. Los jóvenes, a medida que se han hecho mayores, también han dado muchos quebraderos de cabeza a su madre. Los últimos en hacer un alto en su camino e irse a vivir a Madrid, concretamente al palacio de la Zarzuela, han sido Irene y Miguel Urdangarin.

Miguel Urdangarin parece el más tímido y discreto de todos, pero realmente es el más marchoso. Siempre metía en algún lío a sus hermanos. Estaba preparándose para ser entrenador de esquí pero se lesionó, y fruto de este problema dejó su trabajo para tomarse unos meses sabáticos. Salió con sus primos y con algunas amigas, incluso conoció el amor. Aunque por ahora solo dicen que es “una amiga especial”. A Miguel se le ha relacionado con Olympia, una antigua compañero de la escuela en la que estudió en Ginebra.

Miguel Urdangarin i Infanta Cristina Europa Press

Miguel Urdangarin enfada a Felipe y Letizia por sus fiestas

Miguel Urdangarin parece el niño bueno de la familia, pero es igual de rebelde que el resto de sus hermanos y primos. El joven ha tomado Zarzuela como si fuese su casa. Trae amigos y amigas prácticamente todos los días para no aburrirse. De hecho en una de estas fiestas habría conocido seguramente a Olympia, su actual pareja. Letizia discute con Felipe por Zarzuela tiene que ser un sitio seguro, no puede entrar y salir todo el mundo cuando le apetezca.

Los reyes están muy hartos del comportamiento del joven, que por norma general reside en Madrid, y ya le han pedido que se busque otro sitio en el que vivir y hacer sus fiestas. Felipe VI, antes de marcharse de vacaciones a Mallorca, ya les dejó bien claro a todos que Zarzuela no es un hotel, a partir de septiembre no quería ver a nadie por ahí. Todos fuera.

Miguel Urdangarin se ha tomado Zarzuela como si fuese su casa en ausencia de los reyes, y el personal de seguridad y mantenimiento ha informado a los monarcas. Esto no les ha gustado, ha abusado de su confianza.

Miguel Urdangarin