Letizia está haciendo todo lo posible para garantizar el reinado de Felipe VI y el futuro de Leonor, pero los Borbón no dejan de entrometerse, especialmente su mayor enemigo, Juan Carlos. Consiguió exiliarlo a los Emiratos Árabes por sus grandes errores, pero tras cuatro años, el regreso del emérito es más común. Felipe VI ha conseguido su estrategia, las visitas de su padre ya no generan un revuelo mediático.
En los últimos meses parece que se había producido un acercamiento entre los Borbón y la familia de Felipe VI, tal vez por la pérdida de poder de Letizia con las declaraciones de Jaime del Burgo. Sin embargo, en las últimas semanas, la reina ha roto relaciones y ha dado un paso atrás en la reconciliación. Pilar Eyre asegura que en esta “apabullante presencia de la familia real unida en amor y compañía estas últimas semanas”, la gran “damnificada” es la reina Letizia.
Es cierto que en los últimos meses la familia real se ha reunido en numerosas ocasiones, como en el cumpleaños de la infanta Elena o en el de Leonor, entre otros asuntos familiares. En el último mes, Letizia se ha negado en rotundo a acompañar a Felipe VI a los compromisos familiares, por ello, el rey acudió a la boda de Victoria López Quesada en compañía de la infanta Cristina. Tampoco asistió al cumpleaños de la polémica Victoria Federica. Por lo menos no faltó al funeral de Juan Gómez-Acebo, su ausencia hubiese sido muy criticada.
Letizia abandona a los Borbón por la fundación de Juan Carlos I
Según cuenta Pilar Eyre, “Felipe pareció sentirse molesto por tenerse que ir así, a la carrera, y se volvió para esperar a sus padres o hermanas, pero Letizia le puso la mano en la espalda y lo dirigió muy sutilmente hacia el coche”. Un gesto muy significativo, que desconcertó al rey Juan Carlos, “quizás con la esperanza de poder hacerse una foto con su hijo, que ya estaba lejos”.
Letizia no dejó que Felipe saludase a Juan Carlos en el interior de la iglesia, donde no había cámaras. “Un asistente a la misa que dijo que, si bien Juan Carlos parecía tener intención de saludar a su hijo y se había levantado para hacerlo, Felipe y Letizia pasaron frente a él como si no lo vieran para abrazar a un hermano del difunto con mucho afecto. El emérito quedó cariacontecido y decepcionado”, asegura la periodista.
Este distanciamiento se debería a la fundación que el emérito ha creado en Abu Dabi “con el fin de dejar a sus hijas una herencia libre de polvo y paja”, y que se filtró a la prensa de toda España.
“Recién casada con el príncipe se enteró no solo de las infidelidades conyugales de su suegro, sino de sus tropelías económicas, pero tuvo que callarse y soportar que una falta corta o una operación de estética sirvieran de cortina de humo” apunta la experta en Casa Real. “Ella estaba al tanto desde hace tiempo de la creación de esta Fundación y de que las beneficiarias eran sus cuñadas” asegura la periodista, que añade: “Antes tuvo que callarse porque era solo princesa, pero ahora que es reina no le da la gana de avalar con su presencia unas prácticas que, aunque sean legales, a ella no le parece de recibo”. “De ahí su negativa a coincidir con Juan Carlos, Elena y Cristina” explica Eyre en la citada revista.
Y habría tomado medidas con cada uno de los miembros de Casa Real. De hecho, ya pidió que Irene y Miguel Urdangarin se marchasen de Zarzuela para siempre. El tiempo para estar en palacio se les agotó, no es un hotel donde pueden vivir a todo lujo sin hacer nada.