La infanta Cristina ha protegido siempre a sus hijos, los ha mantenido alejados del foco mediático para que no se descubra nunca la verdad. La hija de Juan Carlos ha mostrado unos hijos educados y estudiados, pero no es cierto. Irene Urdangarin suspendió la pruebas de acceso a la universidad de Lausana y su nota de bachillerato internacional fue muy baja por su poco rendimiento escolar. Este último año casi todos sus hijos se han puesto de acuerdo para hacer una pausa en sus vidas y crear un escándalo. Miguel y Juan Urdangarin también han abandonado sus respectivos compromisos y han decidido tomarse un año sabático. Cristina ha tenido una conversación seria con ellos.
Juan Urdangarin pretendía abandonar Londres y instalarse en Zarzuela con la reina Sofía y su hermano Miguel, ahora que Irene se instalaba en Reino Unido. Por suerte, Cristina ha conseguido evitarlo. Pero en esta ocasión vamos a centrarnos en Miguel, el joven de 22 años ha finalizado sus estudios de Ciencias del Mar, una pasión que nació cuando era pequeño en sus veranos en Palma de Mallorca, donde practicaba vela, surf y esquí acuático.
Se conoce poco de Miguel Urdangarin porque la infanta Cristina siempre ha intentado ocultar a sus hijos, además, por el caso Nóos, la familia tuvo que desaparecer de España cuando eran unos niños, y vivieron su adolescencia, la época más complicada, a miles de kilómetros de distancia. Fuentes cercanas al joven aseguran que es una persona muy bromista, de un carácter parecido al de la infanta Sofía. También es algo holgazán y le cuesta concentrarse.
Miguel Urdangarin renuncia a sus estudios universitarios
Miguel Urdangarin no sacó unas notas destacables en su carrera, es más le costó bastante finalizar sus estudios, Cristina pensó que su hijo no conseguiría el grado en Ciencias del Mar. Por ahora no trabajo en ella. De hecho, ahora vive en Zarzuela recuperándose de la lesión que sufrió mientras se formaba como profesor de esquí. Parece que su amor por los océanos ya lo habría abandonado al no conseguir ninguna empresa que quiera contratarle y darle una oportunidad a un joven sin experiencia, pero Borbón. Realizó prácticas en Reino Unido pero una vez que finalizó el contrato de becario la empresa no quiso quedárselo. No tenía el nivel suficiente para ellos. Había jóvenes mejor preparados y con un perfil más atractivo. Así que no le quedó más remedio que tomar otras riendas. Le pusieron las maletas en la puerta, y le pidieron, educadamente, que no volviese. Juan Carlos no ha podido hacer nada por ayudarle.