La reina Letizia ha enfrentado numerosos desafíos en los últimos tiempos, y la situación en Zarzuela se ha complicado aún más con la llegada de Miguel Urdangarin. Las aventuras nocturnas de Miguel, junto con las de su hermana Irene Urdangarin y su prima Victoria Federica, han generado un ambiente caótico que Letizia encuentra cada vez más difícil de controlar.
Anteriormente, Victoria Federica utilizaba las instalaciones reales como su refugio personal después de noches de fiesta. Llegaba en taxi a Zarzuela, donde el personal la recibía para que pudiera descansar y recuperarse, casi como si se tratara de su propio Bed & Breakfast. Sin embargo, Letizia puso fin a esta práctica, prohibiéndole continuar con esa rutina. Si Victoria quería recuperarse de sus resacas, tendría que hacerlo en otro lugar.
Los sobrinos y sobrinas de los reyes Felipe y Letizia vuelven a tener las puertas abiertas de Zarzuela
La situación cambió drásticamente cuando Jaime del Burgo hizo revelaciones sobre las presuntas infidelidades de Letizia al rey Felipe VI, lo que resultó en una significativa pérdida de poder para la reina en Zarzuela. Esto permitió que se levantara el veto sobre Victoria, quien ahora ha encontrado una aliada en su prima Irene Urdangarin. Irene decidió instalarse en el palacio junto a su abuela y su tía tras regresar de Camboya, donde pasó cuatro meses haciendo trabajo de voluntariado. En lugar de regresar a Ginebra con su madre, Irene prefirió quedarse en Madrid.
Irene y Victoria siempre han mantenido una excelente relación, saliendo de fiesta juntas y compartiendo mucho más que las celebraciones navideñas. Esta cercanía ha generado tensiones entre sus madres, las infantas Cristina y Elena. Según Monarquía Confidencial, Cristina llegó a llamar a Elena para advertirle que Victoria era una mala influencia para su hija Irene.
Miguel Urdangarin, otro dolor de cabeza para la reina Letizia
El caos no se detiene ahí. Miguel Urdangarin, que también se instaló en Zarzuela hace unas semanas, ha seguido los pasos de su hermana y su prima. Miguel estudió Biología Marina en el Reino Unido, pero tras sufrir una lesión mientras se formaba como profesor de esquí, decidió cambiar sus planes y quedarse en Madrid. Esta decisión no fue bien recibida por Letizia, quien no quiere en Zarzuela a nadie que no sea del núcleo duro de la familia real y ya estaba teniendo que lidiar con las presencias de Irene y de Victoria.
La reina emérita Sofía no ejerce ningún tipo de control sobre sus nietos, permitiendo que Miguel también aproveche para salir y entrar a su antojo. Según informes, Miguel ha llevado a Zarzuela a su pareja sentimental, Olympia Beracasa, y a varios de sus amigos y amigas, con quienes ha estado entrando y saliendo a altas horas de la madrugada. Esta falta de control ha acentuado la frustración de Letizia, quien ve cómo la disciplina en Zarzuela se desmorona.