Desde el pasado mes de enero que no aparecían juntos los cuatro sobrinos catalanes del rey, los Urdangarin, en una misma imagen. Desde que la reina Sofía los convocó para enterrar a su hermano, Constantino de Grecia, los Urdangarin viven separados y desunidos. No quieren saber nada de su padre y la voluntad de volver a casarse con Ainhoa. Cada uno vive en una ciudad, Juan (23 años) en Madrid, Pablo (22 años) en Barcelona, Miguel (21 años) en Londres e Irene (18 años) en Ginebra, El más aislado de Zarzuela es Miguel, vive a solas en el extranjero, en el Reino Unido donde estudia su gran pasión: Ciencias del Mar. Su cuenta de Instagram, cerrada, tiene una foto suya navegando y con gafas de sol, como un lobo de mar:
Este fin de semana Cristina quiso reunirles a los cuatro en una ciudad neutral, Córdoba, para celebrar los 58 años de la infanta. No han publicado ninguna imagen pero a los diferentes lugares que frecuentaron les pareció buena idea promocionarse con fotos de la visita royal. Viernes una taberna con dos de los hijos, Juan e Irene, y el día siguiente, el sábado, ya con los cuatro a una exhibición ecuestre. Pablo y Miguel, que venían de Barcelona y Londres, no aparecieron hasta el sábado. En la foto encontramos a Pablo, más visto desde que juega a balonmano, y un inédito Miguel, cambiado:
La foto está tomada en la Caballerías Reales de Córdoba, y los royals estaban como en casa. Miguel, sin embargo, no quiere saber nada de la Familia Real. Desde que vive en Londres ha vuelto en contadísimas ocasiones a Barcelona, donde nació, o en Zarzuela, donde despectivamente los conocen como "los catalanes". Los estudios los paga Juan Carlos, como el resto de los nietos borbón que no son hijos de Letizia. Miguel es tímido, amante del piano y un apasionado por el mar. De todos los sobrinos de Felipe es el que más disfrutaba de los veranos de Marivent haciendo vela en el Club Náutico de Palma y ha decidido dedicarse profesionalmente, pero bien lejos para evitar la prensa y la presión de la calle. Vivió la mala prensa de su padre y huyó a Londres. No viene casi nunca a España excepto ocasiones excepcionales. En Londres puede pasar desapercibido. Lo más sorprendente es cómo ha evolucionado físicamente. De pequeño era un niño apocado y ahora de mayor en Instagram han filtrado una foto reciente mucho guapo, con gorra y el pelo rubio de surfero muy largo, probablemente del verano. Un tipo guapo, como Pablo que tiene muchas fans. El nuevo Miguel Urdangarin:
Pablo y Miguel compiten para ser los dandys, los más guapos, los hijos de Carolina de Mónaco catalanes. Corre sangre real por sus arterias y una voluntad de ser alguna cosa más que un Borbón. De momento la próxima cita familiar es un aprieto: viernes día 16 en Ginebra donde serán invitados a la fiesta de graduación de Irene con la rama corrupta de la familia: Juan Carlos, Victoria Federica e Iñaki Urdangarin. Quemará Ginebra.