Miguel Urdangarin ha vivido otro año sabático como el de su hermana Irene. La infanta Cristina está teniendo demasiados quebraderos de cabeza con sus hijos desde que se han expuesto de forma mediática. Por ello, prefiere tenerles controlados y viviendo fuera de España. El joven estaba formándose como monitor de esquí cuando sufrió una lesión que le impidió continuar con las clases. Así que se marchó a Zarzuela con su abuela, la reina Sofía. El pasado mes de agosto todos hicieron las maletas para instalarse en Londres. Ciudad donde Miguel estudió Ciencias del Mar y trabajó como becario, aunque cuando se acabaron las prácticas se quedó sin un proyecto, tampoco ha hecho grandes esfuerzos para encontrar otro.
Por ahora, Miguel Urdangarin vive con su hermano Juan y su hermana Irene, pero no tiene trabajo ni estudia. Continúa con su año sabático. Hace unos meses se oficializó su relación con una joven, Olympia, a quien conoció cuando era adolescente en la escuela de Ginebra. Está centrado en ella y en malas compañías. Sale a menudo por el centro de Londres y llega a altas horas de la madrugada a casa, a veces muy perjudicado. Es lo que tiene ir gratis a todas partes, simplemente por ser el nieto de Juan Carlos I.
Miguel Urdangarin se beneficia de los privilegios de Juan Carlos I
Juan Carlos I mantiene a todos sus nietos, a excepción de Leonor y Sofía, porque Felipe VI y Letizia no quieren que su dinero perjudique el reinado de sus hijas. Paga 10.000 euros todos los meses a cada uno de sus nietos, además les ha financiado el carnet de conducir y les ha regalado un coche, incluso les ha puesto un piso. No tienen ningún problema económico.
Casa Real nunca se ha pronunciado al respecto de estas declaraciones porque habría que dar cuentas de donde sale ese dinero. No va en consonancia con el ejercicio de transparencia que prometió la corona, aunque ahora mismo tanto Juan Carlos como los hijos de las infantas Cristina y Elena están fuera de la corona.
Los hijos de las infantas cuentan con un sinfín de beneficios, donde Juan Carlos no paga, ellos tampoco. Por ello se van con sus amigos a beber, todos están invitados las veces que sean necesarias.