Letizia y Felipe VI visitaron la zona cero afectada por la DANA cuatro días después de la tragedia. Estuvieron acompañados por Pedro Sánchez, presidente del gobierno central, y Carlos Mazón, presidente de la Comunidad Valenciana. A su llegada a Paiporta recibieron abucheos por parte de la ciudadanía y bolas de barro que impactaron en su cuerpo. Mientras que los dirigentes políticos se fueron corriendo, protegidos por los escoltas de los reyes, los monarcas aguantaron el chaparrón de forma estoica. Un gesto que muchos valencianos agradecieron y les pidieron perdón porque toda esta animadversión no iba para ellos, sino para los políticos.
Letizia sabía que era un error aparecer con ellos en un momento de máxima tensión y crispación por la situación. Felipe VI la obliga a acudir en compañía de los dirigentes políticos porque así lo mandaba el protocolo, además, Pedro Sánchez ejerció presión para ello. Los reyes prometieron a las personas afectadas que se comprometerían con la causa. La semana siguiente eliminaron todos los compromisos institucionales de la agenda real. Dos semanas más tarde volvieron a la zona cero y también visitaron algunas zonas de Albacete. En esta ocasión lo hicieron solos, sin el presidente del Gobierno a quien traicionaron. Pedro Sánchez se encontraba en Brasil y no fue avisado de esta visita monárquica. Los reyes recibieron una ovación por parte de los valencianos y en ningún momento se vivió tensión. Todas las partes se comportaron.
Felipe y Letizia dejan solo a Pedro Sánchez
Este último gesto no ayudó en nada a Pedro Sánchez. Le dejaron solo ante el peligro, y se comprobó una vez más que la ciudadanía echa la culpa de los sucesos a los dirigentes políticos, en ningún momento nombran a los reyes, que no tienen jurisdicción, sino a la mala actuación de la autonomía y el gobierno central. Una vez más se demostró que eran más importantes los colores que las personas. Algunas no quisieron entrar a la misa funeral en homenaje a las víctimas porque acusaban a nombres como Pedro Sánchez o Carlos Mazón de haber matado a sus familiares.
Pero este acto hizo que Felipe VI y Letizia faltasen a la inauguración de la Catedral de Notre Damme después de las obras por el incendio. El presidente Macron les invitó, pero los monarcas tenían un compromiso ineludible con su país.
Según ‘Monarquía Confidencial’, la ausencia de los reyes en París es una prohibición de Moncloa. “Zarzuela contaba con la presencia de los reyes en París, pero dependía de la decisión de Moncloa”, añaden. Y la decisión fue negativa. Cualquier actividad del rey necesita la aprobación del presidente del Gobierno.
Esto forma parte del pulso que se creó cuando los monarcas ridiculizaron a Pedro Sánchez en Valencia y le dejaron solo, en evidencia.