Desde su publicitado adiós a la Familia Real británica en 2020 y su traslado a Estados Unidos, Meghan Markle y el príncipe Harry han estado constantemente en el centro de atención. Sin embargo, esta vez no es por sus disputas con los Windsor o por especulaciones sobre un posible divorcio, sino por la compra de una opulenta propiedad en Portugal. Aunque podría parecer que se trata solo de un capricho inmobiliario, los pormenores de esta decisión indican que hay un plan más estratégico de lo que imaginábamos.
La elección de Portugal no fue casual. Los duques de Sussex han invertido cuatro millones de euros en la exclusiva urbanización Costa Terra Golf, situada en Melides, una zona paradisíaca a tan solo 20 minutos de Comporta. Curiosamente, este rincón europeo es también el destino favorito de Eugenia de York y su esposo, Jack Brooksbank, quienes tienen una relación cercana con Meghan y Harry. Fuentes aseguran que fue la misma Eugenia quien convenció a la pareja de que esta ubicación era perfecta para su nueva aventura europea. ¿Pero por qué un lugar tan apartado? Para muchos, esta decisión refleja el deseo de Meghan y Harry de mantener su vida privada lejos de los ojos críticos de los británicos, pero con la comodidad de estar a un paso del resto de Europa.
La libertad de movimiento en Europa: un objetivo clave para los Sussex
Más allá de los idílicos paisajes y la conexión con la realeza, el movimiento de los Sussex tiene un trasfondo práctico: la libre circulación por Europa. Desde el Brexit, Harry ha enfrentado complicaciones para desplazarse por los países de la Unión Europea, y Meghan, como ciudadana estadounidense, también necesita cumplir con estrictos controles migratorios. Sin embargo, realizar una inversión superior a los 500.000 euros en territorio europeo les otorga una especie de “Golden Visa”, un permiso que facilita viajar sin restricciones por toda la región. Esto no solo beneficia a la pareja en su vida personal, sino también en sus proyectos empresariales. Con Meghan lanzando su propia línea de productos sostenibles y Harry cada vez más involucrado en iniciativas globales, este “salvoconducto” europeo les abre un abanico de posibilidades.
La mansión que están construyendo no será una propiedad cualquiera. Siguiendo la línea de vida sostenible de Meghan, el hogar se describe como “vegano” y respetuoso con el medio ambiente. Materiales ecológicos, energía renovable y un diseño de lujo minimalista son las características principales de esta residencia, que promete ser tan controvertida como la propia pareja. Sin embargo, esta decisión no ha escapado a las críticas. Muchos señalan la ironía de su activismo ecológico mientras adquieren propiedades multimillonarias que demandan enormes recursos para su construcción.
¿Una base para su regreso a Londres?
Aunque Harry y Meghan insisten en su independencia de la Familia Real, esta nueva adquisición ha desatado rumores sobre un posible acercamiento a la Corona británica. Su proximidad geográfica a Londres y el acercamiento de Harry tras el diagnóstico de cáncer de Carlos III alimentan las especulaciones sobre un posible retorno. Con esta mansión, los Sussex parecen estar construyendo algo más que una casa: una nueva estrategia para mantener su influencia tanto en Europa como en el resto del mundo. ¿Será esta jugada el inicio de una reconciliación con la familia real o simplemente otro capítulo en su lucha por el protagonismo? ¡Solo el tiempo dirá!