Sin entrar en demagogias, hay que tener mucha jeta y muy poca vergüenza para escribir lo que se ha visto en uno de los murales en los pasillos de la academia militar de Zaragoza donde la princesa Leonor, pobrecita ella, está haciendo sus prácticas marciales. La heredera, pobrecita ella, se está unos meses cogiendo el rifle, yendo a caminar, arrastrándose por el barro o haciendo de soldadito español en diferentes prácticas y ejercicios como futura jefa del ejército. La hija de Letizia y Felipe, pobrecita ella, se está un tiempo vestida como un extra de una peli de Los mercenarios al lado del resto de cadetes, presidiendo los desfiles con tufo de naftalina del 12 de octubre, haciendo mucho ejercicio físico, aprendiendo disciplina militar y jugando a ser Rambo. Una Leonor que, no lo olvidemos, vive a cuerpo de rey, y nunca mejor dicho, y que sabe que cuando vuelve a casa por Navidad, como los turrones, o en cualquier otra época del año, tiene una cama bien cómoda en Zarzuela y la cena calentita y todo lujo de privilegios que la mayoría de los ciudadanos no tiene.

Leonor, en la academia militar / GTRES
Leonor, en la academia militar / GTRES

Se ve que hacer el paripé de vez en cuando, como en estas imágenes, o levantarse temprano algunos días para ir a correr o seguir los ejercicios y prácticas que le imponen en la academia militar de Zaragoza es muy duro. Durísimo. Pero de ahí a que le tomen el pelo al personal hay un paso. Y es que una cuenta en redes que sigue los pasos de las hijas de los reyes, de la princesa Leonor y su hermana pequeña, la infanta Sofía, publica de vez en cuando imágenes curiosas o peculiares de las dos. Y ahora han publicado un Stories donde se podían ver los murales que adornan la academia de Zaragoza. "Este tipo de cuentas recibe información de alumnos o personas que están muy bien relacionadas con el centro en cuestión y por ello se filtra", revelan expertos en Casa Real consultados por Monarquía Confidencial. Y es que lo que se ve es cómo han decorado uno de estos murales que se encuentra Leonor cuando sale de su habitación y va por los pasillos. Un mural como este:

 

Aparte de las banderitas rojigualdas por todas partes, que no falte, o de una foto de unos cuantos cadetes después de una excursión, lo que se ve a la izquierda es de traca. Un texto que provoca vergüenza ajena por lo que se lee, una retahíla de frases de Mr. Wonderful si Mr. Wonderful hubiera estado en la mili mientras pensaba cómo decorar las tazas de café de medio mundo. Frases motivacionales con tufo de naftalina que hacen enrojecer, especialmente trasladadas a Leonor, que si una cosa tiene, es la vida solucionada. En el texto, en cambio, se nos habla de "malos momentos, en que conoces lo que significa realmente pasar hambre, frío y sueño", o una familia, la militar, en que "te das cuenta de lo que te une pasar las mismas penurias al lado de un tío que comparte el poco agua que le queda"... ¿Perdón? ¿Penurias? ¿Leonor, penurias? Hay que tener poca vergüenza.