Durante mucho tiempo, había mucha tradición y devoción por ir a pasar el día a los museos de cera. El de Barcelona, icónico, en el pasaje de la Banca, junto a las Ramblas, local emblemático que ha recibido miles de visitas y donde seguro que han ido la gran mayoría de catalanes alguna vez u otra, así como turistas de todas partes. En cambio, hay a muchas otras personas a quien les dan pánico las figuras de cera. Pánico, por no decir otra cosa, dependiendo de la calidad de la figura en cuestión. Y es que a veces se han hecho verdaderas aberraciones.
Fíjense, si no, en esta Leonor tan creepy del museo de cera de Madrid. Claro está que sus padres también dan un poco de yuyu. La revista Semana ha hablado con la responsable de marketing del mencionado local. Renovarse o morir, es un lema que ellos también aplican en el museo de cera de Madrid. Y en pleno proceso de renovación están, tal como ha revelado Cristina Placeres. Y de entre todo lo que ha revelado, la renovación de la figura de la princesa y heredera: "Ya está en marcha. Se le hizo una cuando era pequeña, pero ahora se está haciendo otra acorde con su momento actual", pensaron el día que la joven juró bandera cuando cumplió 18 años. Con un gasto de entre 20.000 y 30.000 euros, la heredera al trono será la última en sumarse a las más de 400 figuras expuestas en la plaza de Colón: "Hay una escultora que desde hace un mes y medio está trabajando en ello". ¿La duda es, irá vestida de soldadito español?
Sí que es cierto que con los años, la cosa va mejorando, y los profesionales que se dedican a confeccionar este tipo de figuras tienen más talento, veremos pues cómo queda el nuevo encargo sobre la hija de Felipe y Letizia. Lo que nos ha llamado más la atención, sin embargo, de la conversación con la responsable del museo, es lo que ha explicado sobre algunos miembros de los Borbones: "Tenemos unas 420 figuras expuestas y de ellas dos son de la Familia Real. Ahora tenemos solo a los Reyes, Felipe VI y la Reina Letizia". Una Letizia que para hacerla, fue un proceso agotador: "El proceso es totalmente artesanal. Yo digo de broma digo que es como irse a Turquía porque se pone pelo por pelo. Tiene muchísimo trabajo, para que te hagas una idea cada figura lleva como unos seis meses de elaboración". Pero... ¿y el resto de miembros de la monarquía española? ¿Y las infantas Elena y Cristina o Iñaki Urdangarin? Atención a lo que explican de ellos:
"Están en la zona de taller. Cuando se han ido separando o retirando en cierto modo de la Familia Real les apartamos. Nosotros en el museo sacamos a Jaime de Marichalar en una carretilla cuando se separaron. Hicimos la gracia. Estas figuras se guardan en el taller, se quedan en el lugar de los jubilados. Al final la vida va cambiando y los visitantes demandan nuevas figuras.". Maravilloso. Apartados. En el taller. En el lugar de los jubilados. Fuera. Echados con una carretilla. Sensacional. Es lo mínimo que se merecen los Borbones. Total, tampoco se ponen demasiado bien ni colaboran demasiado con los del museo de cera. Y es que explica la responsable que para los trajes que llevan las figuras y para la forma, "siempre se intenta que venga el personaje y se tomen medidas, en la Casa Real esto lamentablemente no puede ser. Nosotros lo que hacemos es a través de fotos y vídeos, buscamos las tallas reales del personaje en cuestión". No fuera que fueran a hacer una visita institucional y les facilitaran el trabajo.
Ni siquiera les han dejado a préstamo prendas de ropa, especialmente ahora con Felipe y Letizia en el trono: "Cuando hicimos a los ahora eméritos, la dirección del museo envió una carta avisándoles de que queríamos hacer sus figuras. En su día, se llegaron a reunir con los Jefes de Protocolo de la Casa Real. Esto fue en la etapa de don Juan Carlos. Nos dieron su aprobado, pero no conseguimos que acudieran al museo". En el caso de los reyes actuales, el pasotismo todavía es mayor.