Lo de los Reyes y los títulos es de risa, es de traca. Volvemos ahora a Buckingham Palace. Ya os hemos contado que Camilla Parker-Bowles ha perdido el título de reina consorte y que el día de la coronación de Carlos III de Inglaterra obtendrá su nuevo distintivo real. Pues seguimos hablando de títulos nobiliarios, va. En este caso no afecta a Camilla, sino al hijastro de esta. Al príncipe heredero Guillermo. Su papá The King Charles le ha premiado una vez más su pleitesía con un nuevo regalito real en medio de la polémica con el príncipe Harry, el cual es ahora objetivo mortal de los talibanes de Afganistan.
Guillermo de Inglaterra, además de ser el duque de Cornualles y el actual príncipe heredero tiene otros muchos distintivos honoríficos que lo convierten en uno de los royals más laureados de la Europa contemporánea. Entre otros, es príncipe de Gales, duque de Cambridge... ¡y conde de Chester! Este es el último título con el que ha sido premiado Willy. Fue el pasado 13 de febrero cuando se hizo oficial la noticia, aunque ha sido ahora cuando ha trascendido a los medios de comunicación y a los tabloides del Reino Unido. Y ojo, porque el de conde de Chester no es un título al uso. Es mucho más que un título...
Y es que el condado de Chester es algo igual que la corona, hereditario. Desde el año 1301 que este existe y está vinculado directamente al heredero del trono. Es puro protocolo, pero debe ser el nuevo Rey el que le entrega este preciado título nobiliario a su sucesor. Es por eso que Carlos III fue conde de Chester desde el año 1958, cuando su madre Isabel II lo nombró oficialmente como tal. Es además, una distinción que va siempre asociada al título de Príncipe de Gales. Chester, además del de Inglaterra, tiene otros tres ducados, todos ellos en los Estados Unidos de América: son el de Tennessee, el de Pensilvania y el de Carolina del Sur.
El ducado de Edimburgo, en el aire
Antes de su coronación, Carlos tiene muchas tareas pendientes. Una de las cuales es decidir qué hace con el título de duque de Edimburgo, que quedó en el aire en el momento de la muerte de Felipe de Edimburgo, el rey consorte y marido de Isabel II el pasado año 2021. Ahora, dos años después, Carlos tiene que decidir. La opción más lógica sería cedérselo a su hermano Eduardo de Wessex, pero a Charles podría tirarle más su vena de abuelo. Y es que como yayo es todo lo contrario que como rey: bueno, tierno, amable, respetuoso... las malas formas solo las usa con sus uijeres. Es por eso que podría premiar con el título de duquesa de Edimburgo a su nieta preferida, la princesa Carlota de Gales, de tan solo siete años.