El 'Caso Nevenka' ha vuelto a la actualidad 20 años después gracias a Netflix. La plataforma ha estrenado la serie documental producida por Newtral, la empresa de periodismo y 'fact checking' de la periodista Ana Pastor, dedicada a la primera concejala que denunció acoso sexual en España. Nevenka Fernández, una joven de Ponferrada que estudiaba económicas en Madrid, fue captada por el Partido Popular de la localidad, que quería "regenerar" sus filas en torno al líder, Ismael Álvarez. El hombre, un populista de manual, fue uno de los alcaldes más votados de España. También el primer condenado por abusos y vejaciones, allá por 2001. Un castigo muy ligero: multa económica y una indemnización irrisoria. Ahora bien, el verdadero peso de la condena la sufrió la víctima, Nevenka. Su pecado, ser mujer, guapa, ingenua y valiente. Medio pueblo salió a la calle para apoyar al alcalde, mientras insultaban a la mujer. Estuvo a punto de pagarlo con su vida, pero afortunadamente encontró ayuda y, después de la tormenta, se largó de España. Hasta que, dos décadas más tarde, ha explicado todo punto por punto.

Ismael Álvarez i Nevenka Fernández / Netflix

El documental narra todos los detalles de un caso que podría ser considerado como el primer 'Me Too' del ámbito político en España. Una historia de acoso puro y duro, de coacciones, de un país que parece lejano pero sigue muy vivo. Los personajes son reconocibles. Las actitudes, también. Lo único que ha cambiado, afortunadamente, es la sensibilidad de buena parte del público con estos temas tan duros y delicados. Vale la pena. Y guarda pequeñas sorpresas, como por ejemplo, saber de primera mano el encuentro entre Nevenka y el rey Juan Carlos I en una visita oficial a la ciudad leonesa. El Borbón, acompañado de Sofía, fiel a su estilo: emanando hedor a machismo.

Juan Carlos, Sofía e Ismael Álvarez en Ponferrada / Twitter

Fernández explica cómo fue la conversación con el monarca. Breve, pero definitiva. Todo un Rey, un jefe de estado, al que no se le  ocurre nada mejor que decirle a una concejala del Ayuntamiento y responsable de la economía municipal: "qué guapa eres". Fuera de lugar hoy, ayer y en el siglo XII, vaya. Eso sí, Nevenka, que todavía ni se imaginaba el calvario que tendría que vivir y sufrir con el alcalde Álvarez, no se quedó callada. "Y también inteligente, majestad". Explica lo que sintió en aquel momento: "mentiría si dijera que me molestaba que te llamen guapa. Me molestaba que fuese solo eso lo que se veía. Imagino que yo muy pronto también me empecé a dar cuenta de que en el ayuntamiento esta parte de mi estaba todo lo rato en las conversaciones." Y así fue: cuando denunció el acoso sexual, todo los concejales y concejalas del PP, compañeros y compañeras en el consistorio, le dieron la espalda. Incluso inventando historias para hundirla.

Nevenka Fernández en el 2001, cuando denunció al alcalde de Ponferrada por acoso sexual / Netflix

Juan Carlos I tapándose / GTRES

Si el 'jefe supremo' se comportaba así, ¿qué no harían sus adláteres? Naftalina y testosterona, la triste historia de un país y de una sociedad.