España ha vivido una de las catástrofes más grandes de las últimas décadas. Hace dos semanas, Valencia era sacudida por una DANA. Algunas poblaciones cercanas a la ciudad, como Paiporta o Chiva, entre otras, quedaron totalmente anegadas. Casas destrozadas, sin luz y sin agua, más de 200 muertos y cientos de personas aún desaparecidas. La polémica estuvo servida, los ciudadanos buscaban responsabilidades a la nula actuación en los primeros momentos. Pedían ayudas y nadie se las proporcionaba. Por ello ahora piden la dimisión de Carlos Mazón, presidente de la Comunidad Valenciana.
En estas dos semanas se han producido muchos momentos de solidaridad. Miles de personas de Valencia y de otras ciudades de España se han movilizado para llegar hasta los puntos más críticos y prestar su ayuda en las tareas de limpieza, atención a las personas mayores, sanitarias, incluso veterinarias. Todas las personas que han podido, anónimas y algunas también famosas, han prestado sus brazos, y algunos hasta han aportado dinero. Al final se ha demostrado que el pueblo salva al pueblo, y es que si no fuese por los ciudadanos, Valencia todavía continuaría inundada, y las consecuencias hubiesen sido aún peores.
El pasado fin de semana, Letizia y Felipe VI se desplazaron hasta la zona cero para hablar con los afectados y buscar soluciones, pero se encontraron con un ambiente de crispación y tensión. Acabaron abucheados y con alguna que otra bola de barro estallando en su cuerpo y en su cara. Y es que la compañía que eligieron para la ocasión no fue precisamente la mejor. Los reyes asistieron acompañados de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno central, y Carlos Mazón. Es probable que el monarca viaje solo una vez más este martes, ahora que los aires está más calmados y la situación más reconducida.
Los jóvenes de la familia real se desmarcan de la tragedia en Valencia
Se dijo que Leonor y Sofía querrían haber ido a acompañar a sus padres en esta visita, pero Felipe y Letizia no lo vieron adecuado dado el ambiente de tensión. Además, querían proteger su imagen. Pero la princesa y la infanta no querían ir a dar un paseo, sino a mancharse de barro en una jornada de trabajo, ayudar como el resto de jóvenes. Unas imágenes que hubiesen ayudado a la corona.
Pero ningún familiar más de la corona se ha pronunciado al respecto. Los hijos de la infanta Cristina, que últimamente han decepcionado a los monarcas por sus actitudes, no han prestado su ayuda, ni física ni económica. Se han desmarcado totalmente de esta problemática que afecta a todos, y es que tres de los cuatro viven fuera de España.
Pilar Eyre cree que hubiese sido una buena oportunidad para la corona y toda la familia, involucrarse en esta tragedia como un ciudadano más, especialmente en el caso de los jóvenes.