En los últimos años, el nombre de Meghan Markle ha sido un tema recurrente en los medios de comunicación. Desde que su relación con el príncipe Harry se hizo pública en 2016, la vida de la ex actriz ha estado en un constante foco de atención. Sin embargo, el giro más sorprendente llegó en 2020, cuando decidieron apartarse de sus deberes reales, desencadenando un gran impacto en la opinión pública. La entrevista polémica con Oprah Winfrey añadió más fuego a la controversia, revelando detalles sensibles, como las preocupaciones de la familia real sobre el tono de piel de su hijo Archie. La historia de Meghan y Harry ha sido una montaña rusa de emociones, sin duda, una narrativa que ha mantenido a todos al borde de sus asientos.
Sin embargo, a lo largo de estos años, Meghan no solo ha sido el centro de la atención mediática por su vida personal, sino también por su impacto en el mundo de la moda. Su estilo impecable en cada evento ha sido motivo de asombro y admiración, con looks que muchos desean imitar, aunque algunos estén fuera del alcance presupuestario. A pesar de que sus apariciones públicas se han reducido al mínimo en los últimos tiempos, no podemos pasar por alto cómo el título de alteza real, del cual ya ha renunciado, influyó directamente en su forma de vestir y en su estilo, ya que estaba sujeta a ciertos protocolos y reglas establecidas.
La imagen reveladora: el antes y el ahora
En contraste con su imagen actual, ha surgido una foto de Meghan durante su matrimonio con su primer marido, el productor de cine Trevor Engelson, que muestra una faceta totalmente diferente de ella. La instantánea, tomada el día de su boda el 10 de septiembre de 2011, revela a la nuera de Carlos III junto a su antiguo esposo, luciendo un vestido sencillo en color blanco. Sin embargo, lo más impactante es la apariencia de Meghan en ese momento. Su pelo, notablemente más claro en un tono castaño rojizo y menos estilizado, proyectaba una versión más desenfadada de la ex actriz.
Además, su tono de piel se veía considerablemente más bronceado en comparación con su aspecto actual, presumiblemente debido al tiempo que había pasado bajo el sol en Jamaica, el lugar de la boda. En aquel entonces, la duquesa de Sussex no imaginaba que su tono de piel sería motivo de preocupación en su vida matrimonial, simplemente disfrutaba realzando el color de su piel durante el verano.
Transformación de estilo: de atrevida a elegante
Su enfoque en el maquillaje también experimentó una transformación notable. En ese momento, lucía un look seductor con ojos intensamente delineados y definidos. Sin embargo, en la actualidad, sus elecciones de maquillaje tienden a ser más simples y naturales, adoptando un estilo de “no-makeup makeup look" que se refleja constantemente en la mayoría de sus apariciones públicas. Durante su época en la serie 'Suits' y sus asistencias a la New York Fashion Week, sus atuendos eran mucho más audaces y atrevidos, con destellos de lentejuelas, prendas cortas y escotes provocativos. Sin embargo, con el tiempo, su estilo evolucionó hacia una dirección más seria y formal, adaptándose gradualmente al estilo british del príncipe Harry.