El paso más revolucionario que ha dado a la Corona española en décadas ha sido dar naturalidad a la relación LGTBI de un Borbón importante, Juan Urdangarin, de la línea directa sucesoria en la Corona. No es un primo lejano del rey ni un cuñado segundo. Es el segundo de los sobrinos del rey. Después de Froilán el más adulto. Juan este año hará 26 años y vive en Londres desde hace tiempo. Ahora se entiende mejor su exilio prolongado en el Reino Unido. Quería vivir en plenitud y libertad su despertar sentimental y sexual. De los ocho nietos de Juan Carlos, Juan es el que más tiempo hace que no vive en España. La prensa oficialista dice que Juan se marcha por motivos profesionales. No cuela, tiene un trabajo mediocre enchufado en un negocio de carreras de coches eléctricos de Alejandro Agag, yerno de Aznar. Hace de ayudante con tareas como repartir aguas en la carrera. La prensa menos monárquica reconoce que sufrió bullying en el Liceo francés de Pedralbes y huye de España porque tiene mala relación con la prensa, los españoles y la monarquía. Queda la tercera prensa, EN Blau, que aborda con naturalidad que vive con este joven británico rubio, alto y que lo acompaña a Granollers con todos los Urdangarin:
Juan Urdangarin ha encontrado cobijo con la más inesperada: su madre. Tantos años asumiendo el carácter conservador, ultracatólico y fuera de la realidad de la infanta Cristina y antes que infanta ha resultado ser madre. Cristina dio el OK a que Juan fuera a un acto familiar, a animar a Pablo Urdangarin en un partido de balonmano. Allí solo tienen acceso los hijos de la infanta y sus parejas. Hemos visto a Johanna, la novia catalana del jugador de balonmano, en Olympia, novia venezolana de Miguel Urdangarin y ahora al chico británico que educadamente recogía los vasos de plástico de la pareja, el suyo y el de Juan, para reciclarlos en un contenedor. Eso es amor, recoger la basura del otro. Iñaki Urdangarin no ha tenido el mismo gesto con su primogénito y Juan no pasó las fiestas de Navidad en Euskadi con su padre y su "amigo especial". O estaba vetado o el novio lo celebraba con su propia familia inglesa. Pero ahora se ha dado el paso definitivo para normalizar la nueva pareja de Juan. Según publica LOC, todos los nietos del rey Juan Carlos, excepto las hijas de Felipe, asistieron a Abu Dhabi a la fiesta de los 87 años del emérito acompañados de sus parejas. Eso incluye a Juan y su amigo.
Por primera vez Juan y el novio coincidieron con toda la familia Borbón, la B, no por el dinero en B sino por ser la que sigue al emérito y no a Felipe. Escribe María Eugenia Yagüe sobre la fiesta: "Los invitados y el anfitrión siguieron emocionados el llamativo despliegue desde la terraza del Emirates Palace, el fastuoso hotel donde se alojó el Rey a su llegada al país hace cuatro años, antes de encontrar la casa de la isla de Nurai donde reside. La cena se sirvió en la misma terraza, un bufé de cocina internacional, incluidos platos de comida árabe, para unos 90 invitados. Entre ellos, sus hijas, las Infantas Elena y Cristina, todos sus nietos, excepto Leonor y Sofía, además de novios y novias de los jóvenes". De los 90 invitados, Elena y Cristina, divorciadas, y de los seis nietos del emérito, los cuatro Urdangarin con pareja: Johanna y Pablo, Olympia y Miguel, Irene y Juan Urquijo y Juan y el novio inglés del cual nadie sabe el nombre.
Ahora viene la segunda parte de la noticia. Según ha podido saber en exclusiva EN Blau, hay paparazzis en Londres, fotógrafos profesionales, que están vendiendo una foto de Juan y su amigo especial en actitud más que afectuosa, dándose un beso, pero los fotógrafos tienen un problema por la foto: no tienen comprador en España. Ninguna revista española ha mostrado el más mínimo interés en comprar, por el precio que sea, una foto de Juan y su chico. Tienen miedo a incomodar a los monárquicos o peor, de no vender una sola revista. Sospechan que la España monárquica es homófoba o demasiado clásica para tener curiosidad por un beso entre dos chicos. Aquello tan casposo de "Lo tolero pero en privado". Juan tendría que pasar de todo y darse el beso con el chico en las gradas del pabellón de Granollers ante miles de espectadores. Y a quien le pique que se rasque