El novio de Leonor es la foto más buscada este verano. Después de que todos los primos Borbón, excepto el raro Juan Urdangarin, se hayan ido cayendo en los brazos de diferentes parejas, Pablo, Miguel, Irene, Victoria y Froilán y todos hayan sido fotografiados en pareja, solo queda la princesa, que edad ya tiene para enamorarse y tener novio fijo. En Gales salió con un brasileño y con un joven británico hermano de una compañera de internado, pero ahora parece que el corazón de Leonor espera. Mientras no aparece esta foto, el primer beso de la princesa, la prensa rosa hace el retrato robot y la cronista ideal por experimentada es Pilar Eyre, que dedica su blog de Lecturas a dar los requisitos que tiene que cumplir el futuro príncipe de Asturias y rey consorte. Eyre avanza una noticia, en círculos aristocráticos algunos nobles españoles se están moviendo para evitar una nueva Letizia, una reina plebeya, y para colocar a un joven aristócrata en la agenda amorosa de Leonor. Zarzuela no lo vería mal pero los tres matrimonios de los hijos de Juan Carlos han naufragado, con un aristócrata soriano venido a menos, Marichalar, con un deportista de élite Urdangarin y con una periodista. Quieren a un noble de verdad.
Escribe Eyre: : "No es necesario que sea español aunque hay ciertos nobles que ya están arrimando el ascua a su sardina para colocar a sus hijos en el trono. Hasta ahora los posibles novios que se han atribuido a Leonor, desde el hermano de una compañera de colegio, inglés, hasta un muchacho belga y otro brasileño, han sido extranjeros. Tampoco es necesario que sea un hombre.".Eyre juega a provocar porque no está escrito en ningún sitio que los Borbones no pueda tener parejas de su mismo sexo. La prima de sangre de Leonor, Carla Vigo, se proclama abiertamente bisexual. Pero todo parece indicar, por los precedentes, que a Leonor le gustan los chicos. La única que no se sabe hacia donde navega es su hermana pequeña, la infanta Sofía. Lo estará descubriendo ahora a los 17 años en Gales.
El resto de requisitos del novio de Leonor son de sentido común: "Tiene que ser elegante, sin exhibicionismo, el exceso de belleza resulta ofensivo". Leonor es guapísima pero imperfecta en su dentadura falsa y su nariz prominente. Fabulosa. El novio, igual: guapo pero no demasiado. Culto pero no pedante. Con idiomas y sin negocios. Tiene que ser rico para no pasar por trepa pero no multimillonario obsceno. No tiene que ser royal, los reinantes ya tienen su propio país y los de monarquías extinguidas, como Sofía de Grecia, ya sabemos cómo acaban: "no príncipes naftalínicos de monarquías extinguidas que nunca van a renacer, ni deseamos mantener a su arruinada parentela".
Después de Letizia, casada por lo civil y divorciada, no hace falta que el novio de Leonor sea soltero, puede haber tenido una relación matrimonial anterior. El único que no ha montado nunca ningún escándalo es el primer marido de Letizia. España se lo tragaría. Y el requisito más complicado: no puede tener ningún esqueleto en el armario, ningún secreto inconfesable de su pasado, como los abortos de Letizia o la relación con su cuñado. Escribe Eyre "Ni novias problemáticas, ni estafas, ni gamberradas, ni drogas, ni juergas. Ninguna detención, ni ningún amigote que vaya por los platós contando sus intimidadas". El círculo se cierra, Leonor lo tiene muy difícil.