Leonor ha heredado la belleza natural de su madre, la de la Letizia previa a las operaciones de cirugía estética, y los rasgos nórdicos de la monarquía Borbón. La princesa es, casualmente, la nieta de Juan Carlos más fotogénica, simétrica y de belleza universal. Lo que antes se llamaba una persona "guapa". A los rasgos de belleza clásicos, rubia, ojos azules, alta, esbelta, elegante, se suman sus movimientos suaves y una evidente buena educación. Todo hace que de los ocho nietos del emérito si uno tiene aspecto royal es precisamente la que tiene que reinar: Leonor. Su paso por el Ejército ha acabado de formarla no solo en el carácter sino en el físico. El cambio entre la Leonor que volvió del Gales hace un año, cuando no seguía la dieta mediterránea, y la actual, en la Marina, es descomunal:
LEONOR VERANO 2023:
LEONOR VERANO 2024:
No ha sido solo la dieta, el ejercicio físico o la rutina marcial. Es que aquella adolescente ya es una mujer que el mes que viene cumplirá 19 años. Hay un rasgo facial que ha sido analizado por especialistas: la nueva mandíbula de Leonor. Su cara más marcada denota muchas características de la princesa que la revista Semana ha querido destacar hablando con expertos en comunicación no verbal y en protocolo: "Da apariencia de más seguridad, con movimientos más contenidos, camina más derecha y más contenida en los gestos. Nada más verla parece que estás viendo marchar a una militar, la mano castrense es evidente. Con las manos se ha agrandado, hace gestos más abiertos en los que ocupa más espacio, eso habla de una mayor seguridad a la hora de gesticular. Y se aprecian importantes cambios en su mandíbula, que es la parte del rostro conexionada directamente con el tronco encefálico, es la parte del cerebro de nos ayuda a la sobrevivir y nos dota de la resistencia necesaria para ello, proporcionándonos seguridad y fuerza tanto mental como física”.
En las fotos se ve otro cambio evidente: se le ha cerrado la nariz:: "La madurez de la nariz indica que, en cierto modo, Leonor ha aprendido a protegerse en el último año. Se aprecia cierta contención en la recogida de información emocional, la nariz más cerrada y átona, actúa como resguardo emocional”. De la boca se sabe que es la única parte de las facciones que se ha retocado. Una especialista en odontología, próxima a Letizia, le hizo la boca nueva a Leonor porque la menor sufría de un problema genético que impedía que le crecieran todas las piezas dentales. De mellada ha pasado a una mandíbula perfecta. Y la napia ha sido siempre la gran obsesión de Letizia, que quiso eliminar aquella nariz de águila que la acomplejaba.
De todo aquello ya solo quedan las fotos. Princesa nueva, más cerca que su foto presida, como reina, todas las oficinas de la Administración Pública.