Zarzuela es al mismo tiempo la sede de una institución del Estado, la Corona, y una casa familiar, la de los Borbones. Durante años vivieron los reyes Juan Carlos y Sofía con sus tres hijos pero cuando las infantas se emanciparon se marcharon a pisos de lujo, Elena en Madrid y Cristina en Pedralbes, y se quedaron solos los eméritos y Felipe. Después se añadió Letizia y el matrimonio se instaló en un palacio no muy lejos al edificio principal, el Pabellón del Príncipe. Cuando nacieron las niñas, Leonor y Sofía, volvió a parecer un hogar, pero ahora las dos chicas se han ido, Leonor al Ejército y Sofía a estudiar en Gales, y Juan Carlos fue expulsado por su hijo de Zarzuela cuando se supo que tenía dinero negro en paraísos fiscales. Desde entonces solo hay cuatro miembros de la familia viviendo en Zarzuela: Felipe, Letizia, la reina Sofía y su hermana Irene, tía Pecu, que sufre de Alzheimer. Esta cuarta inquilina no forma parte de la Familia Real y sirve de excusa para hacer que la sede de la Corona sea también la vivienda de otros miembros de la familia que no son Familia Real pero entran y salen como si lo fueran.
Durante un tiempo la hija pequeña de Elena dormía en Zarzuela para evitar las broncas de su madre cuando volvía tarde de fiesta. Con la excusa de ir a visitar a la abuela Sofía, Victoria de Marichalar era una inquilina más. Eso sirvió a Irene Urdangarin para hacer lo mismo: cuando decidió colgar los estudios en Suiza quería huir de su madre Cristina y se inventó una excusa, que quería sacarse el carnet de conducir, para instalarse unos meses en Madrid, ciudad donde los Urdangarin no tienen ningún piso así que se marchó a vivir a Zarzuela. Y como todo tiene un efecto contagio: si Tía Pecu dejó paso a Victoria y esta a Irene ahora hay otro miembro de la familia que no es Familia Real sino Familia del rey que se ha instalado a residir en Zarzuela como si fuera un hotel: Miguel Urdangarin.
El hijo pequeño de Cristina tiene ya 22 años y ha acabado sus estudios de Ciencias del Mar en el Reino Unido. Pero como han hecho todos sus hermanos excepto Pablo, se ha decidido a hacer un año sabático, no estudiar nada y marcharse primero a Ginebra en casa de su madre para hacer un curso de monitor de esquí y como se lesionó una rodilla ahora vive en Zarzuela como residencia fija según publica la revista Semana: "El tercer hijo de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin también se ha instalado con su abuela, la Reina Sofía, en el Palacio de la Zarzuela. El chico ha decidido residir en Madrid por un tiempo para ampliar sus estudios en ciencias naturales, su gran pasión. Pese a su residencia madrileña, Miguel intenta ser muy discreto porque no quiere estar en el foco de los medios".
La revista asegura que hay una razón por la cual Felipe ya no repite aquella frase de "Zarzuela no es un hotel" que dejó caer un día hace poco que sus hermanas Elena y Cristina quisieron pasar la noche en el Palacio. O la prohibición expresa que recae sobre Juan Carlos para volver a dormir allí nunca más. Es la sede de la Corona, no una residencia particular. Pero se ha hecho la excepción con los hijos de Cristina ""Los nietos pródigos han vuelto a casa. Durante años, por un invisible cordón sanitario por el caso Nóos, su presencia en Zarzuela no era bienvenida y, muchas veces, visitaban a sus abuelos, los Reyes Eméritos, casi de incógnito. Pero desde que sus padres se separaron y la Infanta Cristina quedó desligada de Urdangarin, sus cuatro hijos pueden pasear por el palacio sin problemas. Han pasado, pues, de estar de visita a instalarse". El divorcio de Urdangarin ha permitido que sus hijos ya puedan residir en Zarzuela que, sí, parece un hotel. De lujo y gratis para sus huéspedes, pero un hotel.