Pablo Urdangarin es el único sobrino del rey que vive emancipado de verdad, con trabajo y salario mensual. El resto de los cinco sobrinos de Felipe: Froilán, Victoria, Juan, Miguel e Irene, viven del apellido y de lo que paga el abuelo Juan Carlos, multimillonario exiliado entre Sanxenxo y los emiratos. Pablo juega la Liga Asobal de balonmano por méritos propios, no es tan bueno como para jugar en el Barça de donde salió discretamente por la puerta de atrás pero lo bastante bueno para el segundo equipo de la competición, el Granollers. Y hasta el Vallés se desplaza a menudo su familia, la Borbón y la política: Johanna, las hermanas y su madre. Pablo mantiene una relación más que cordial. Entre la madre y la suegra, Pablo pasa infinitamente más tiempo y de calidad con la madre de su novia que con la infanta Cristina, como muestran las imágenes del partido del viernes pasado en las graderías de Granollers.

Johanna y suegra EP
Johanna y suegra EP
Pablo Joannna y la suegra, EP
Pablo Joannna y la suegra, EP

Este martes el partido será más emocionante: Granollers-Barça, Pablo contra su ex equipo. Perderá. En la grada recibirá todo el calor. Tan buena es la relación yerno-suegra que cómo se ve en las imágenes, al finalizar el partido, Pablo no tuvo problemas en darse un beso en los morros con su novia a un palmo de la atenta mirada de su suegra. Se enamoraron en el Liceo francés cuando los dos estudiaban en Pedralbes de jóvenes y ahora a los 23 años hacen buena pareja. Entre ellos no hablan catalán ni tampoco castellano sino en inglés. Pablo vive en un piso de lujo de 150 m2 en el barrio más caro de Barcelona y Johanna duerme allí cuando quiere, a pesar de tener la casa familiar en Esplugues. La suegra muestra ser bastante más moderna que Cristina ya que delante suyo, Johanna y Pablo se fundieron en un beso en los labios.

Beso Johanna Pablo EP
Beso Johanna Pablo EP

En cambio Cristina es la madre ultra religiosa que ningún adolescente quiere sufrir. Ahora ya se sabe que pretendía obligar a su hija Irene a residir 4 años más en Suiza haciéndola estudiar en Lausane. La chica ha dicho que no y se marcha a vivir a Madrid sin estudiar ni trabajar, se dedicará a viajar para visitar a sus hermanos en Londres y Barcelona. Cristina no se ha quitado su anillo de casada porque vive el matrimonio como una célibe: casada con Iñaki en espíritu a pesar de la "maligna" Ainhoa Armentia. El demonio es él, que le puso cuernos repetidamente. Cristina es tan religiosa que en presencia suya Pablo no solo no se da besos fuera del matrimonio sino que tiene que soportar un gesto que parece de una secta: Cristina se despide de su hijo haciéndose la señal de la cruz en la frente. Tenebroso. Vídeo:

Pablo hace la señal de la cruz en el frente de Cristina Instagram
Pablo hace la señal de la cruz en la frente de Cristina Instagram

Una conexión especial con su madre, recién divorciada, traicionada por el marido, apartada por el rey, exiliada en Suiza y heredera de una fortuna de 900 millones. Pablo la protege con este ceremonial adolescente entre madre e hijo que les hace conectar de una manera rara, pública e íntima. Es excéntrico e hipnótico. Como Pablo.