Pablo Urdangarin, uno de los cuatro hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, ha decidido seguir los pasos de su padre en el mundo del balonmano. Aunque no es el único hijo al que le gusta el deporte en la familia, Pablo es el único que se ha decantado por esta disciplina deportiva. Puede que tenga mucho que ver la estrecha relación que mantiene con su padre. De los cuatro hijos, es el que más cerca ha estado siempre de Iñaki. 

En 2018, Pablo fichó por el TSV Hannover-Burgdorf alemán, donde formó parte de las categorías inferiores. Fue el paso previo a convertirse en profesional de este deporte.  

Pablo Urdangarin busca si sitio en el mundo del balonmano 

Posteriormente dio el salto al HBC Nantes, Corría 2019. Y después de su paso por el club francés, llegó al FC Barcelona. Esta 2021 cuando Pablo vestía la camiseta con la que triunfó su padre. Debutó el 23 de octubre. Aunque algunas fuentes apuntan a que su fichaje por el Barça tuvo mucho que ver con el hecho de que Enric Masip, amigo íntimo de Iñaki, estaba en la directiva culé.  

Pablo Urdangarin BARÇA EFE

Sea como sea, lo cierto es que no tuvo el protagonismo esperado en la entidad catalana. Llenó su palmarés con cuatro títulos: una Liga Asobal, una Copa Asobal, una Copa del Rey de balonmano y una Liga de Campeones de la EHF. Todas ellas ganadas en 2022.  Pero no consiguió convertirse en una pieza importante. 

Pablo Urdangarin genera dudas en el BM Granollers 

En su búsqueda de protagonismo, Pablo fichó por el BM Granollers, uno de los clubes con más historia en este deporte en España, el pasado verano. Pero allí tampoco está siendo jugador destacado.  

De momento suma 30 goles en 10 partidos disputados. No es una mala cifra, pero sí es baja teniendo en cuenta su bajo porcentaje de acierto. Este se sitúa en un 56,6%, que es de los más bajos del equipo.  

Pablo tiene contrato hasta 2025 con el conjunto catalán, pero sus estadísticas no invitan al optimismo. Depende de cómo termine el año, podría salir. Desde luego, no es un intocable.