Los hijos de la infanta Cristina siempre mantuvieron un perfil bajo hasta el divorcio de sus padres. En ese momento, Pablo Urdangarin se convirtió en el portavoz de la familia. El joven atendió siempre a la prensa con mucha amabilidad, educación y respeto, valores que le habían enseñado sus progenitores. A partir de ese momento, el hermano de Juan, Miguel e Irene se puso en el foco mediático. En aquel momento, el jugador de balonmano cambió de equipo. Dejó el FC Barcelona, donde triunfó su padre, y se marchó al Granollers. Ahora mismo siente una profunda frustración porque no consigue dar ese gran paso para convertirse en una estrella en este deporte.

Pero Pablo Urdangarin no solo fue noticia por ser hijo de la infanta Cristina, responder a las preguntas de los periodistas, ni por su amor por el balonmano. El joven también empezó una relación con una vieja amiga, Johanna Zott, eran compañeros en el Liceo Francés. Antes de que Pablo tuviese que irse de España por el caso Nóos. Los dos son deportistas, aunque ella estudia medicina, y tenían contacto.

Pablo Urdangarin Johanna, Instagram

Los padres de Johanna Zott quieren que se centre en sus estudios 

Pablo era muy feliz en Barcelona, y una vez que todo volvió a la normalidad no tardó en instalarse en la ciudad condal, donde están todos sus amigos. La relación entre Johanna y Pablo se ha consolidado y la infanta Cristina está muy contenta con su nuera. Sin embargo, los padres de la futura médica no tanto. Zott está centrada en sus estudios. El año pasado realizó un Erasmus en Alemania. No quieren que Pablo le distraiga de sus estudios. Por eso hubiesen preferido que se enamorase cuando acabara los estudios, por suerte es una joven muy aplicada.

Pablo Urdangarin vive muy cerca del Liceo Francés, en una urbanización de amplios pisos con piscina, cerca de la avenida de Pedralbes, donde recientemente su madre ha comprado un piso. El joven está en alquiler, y sería Juan Carlos quien se encargaría de financiar este gasto.

Es probable que en los próximos meses Pablo Urdangarin se instale en el nuevo piso de la infanta Cristina. Podría ser el nidito de amor de los jóvenes, pero Johanna Zott por ahora no vive con el jugador de balonmano porque sus padres se lo han prohibido. Le han dejado bien claro que lo primero son los estudios y en eso quieren que se centre. Hombres hay muchos. Ya no es el yerno perfecto.

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