Pablo Urdangarin ha optado desde siempre por mantener un perfil discreto, alejado del ruido mediático que suele rodear a las figuras de la realeza o de las familias cercanas a ella. Sin embargo, su presencia ante las cámaras se volvió más notoria hace unos tres años, cuando asumió un papel inesperado: fue el portavoz de su familia durante el proceso de separación entre su madre, la infanta Cristina, y su padre, Iñaki Urdangarin. En aquella ocasión, sorprendió a todos con su madurez y serenidad al enfrentar a los medios. Con una actitud calmada y respetuosa, respondió: "Son cosas que pasan", dando así una muestra de equilibrio y templanza en un momento complejo para su entorno familiar.

Pablo Urdangarin / TV3
Pablo Urdangarin / TV3

Desde entonces, el interés público hacia Pablo no ha dejado de crecer. Su atractivo físico, su estilo reservado y su vinculación con el mundo del deporte le convirtieron rápidamente en una figura seguida por la prensa del corazón. Durante un tiempo, fue catalogado como uno de los solteros más codiciados del panorama nacional. Joven, guapo, con una educación cuidada y un futuro por delante, Pablo parecía tenerlo todo.

Apasionado por el deporte, ha intentado seguir la trayectoria profesional de su padre en el balonmano. No obstante, su carrera deportiva no ha alcanzado aún el reconocimiento esperado, y tampoco ha logrado grandes avances en el ámbito laboral fuera del deporte, lo que contrasta con la imagen de éxito que muchos tenían sobre él.

En el plano sentimental, sin embargo, las cosas parecen irle mejor. Pablo mantiene una relación estable y sólida con Johanna Zott, una joven estudiante de medicina con quien comparte una larga amistad desde la infancia. Ambos coincidieron en el Liceo Francés y siempre han estado unidos por el deporte, lo que ha fortalecido aún más su vínculo.

Pablo Urdangarin defiende a Iñaki Urdangarin 

En cuanto a su vida familiar, Pablo ha demostrado una notable lealtad hacia su padre. Aunque nunca ha tomado una postura pública en los conflictos derivados del divorcio de sus progenitores, se percibe que su cercanía con Iñaki Urdangarin es mayor que la de sus hermanos. Él considera que su padre ha sido tratado injustamente, y cree que ha asumido responsabilidades que no le correspondían en solitario. Incluso intenta mantener una relación cordial con Ainhoa Armentia, la actual pareja de su padre, a pesar de que sus hermanos Irene, Miguel y Juan no comparten esa postura y han optado por distanciarse tanto de ella como de su padre. Pablo Urdangarin es el único que se ha atrevido a hablar seriamente con la infanta Cristina para que deje de hacer la vida imposible a Iñaki y Ainhoa. Hay puesta una cláusula en el divorcio en el que no se les permite casarse mientras el exduque de Palma cobre todo el dinero que recibe de los Borbón. 

Infanta Cristina / EFE
Infanta Cristina / EFE