La mayoría de edad de Leonor ha dejado un gran señalado dentro de la Familia Real: Pablo Urdangarin. Por primera vez queda claro que Leonor está sola, que cuando mueran sus padres y ella reine en España no podrá contar con ningún apoyo familiar más allá de su hermana Sofía. Es triste pero es así. Los únicos primos-hermanos relevantes para Zarzuela son los que tienen derecho a sucederla y de los seis, los dos Marichalar se han autoexcluido por su carácter despótico, egoísta y maleducado. La gran esperanza de Zarzuela a fin de que Leonor pueda exhibir a una familia de Borbones mínimamente presentable eran los Urdangarin, y en particular Pablo, el único que había demostrado cierto interés en ofrecer buena imagen. Juan Urdangarin, el primogénito, tiene problemas psicológicos y vive exiliado en Londres, Miguel solo muestra interés en el mar e Irene en hacer al zángano. Pablo es, a punto de cumplir 23 años, el que estudia, trabaja, tiene pareja, habla y muestra madurez suficiente para representar la Corona del s. XXI. Pero tampoco.
El primer día que lo tenía que demostrar, dando apoyo a Leonor el día de la jura de la Constitución, Pablo humilló a la Corona y prefirió marcharse a Alemania a verse con una novia, Johanna, que hace el Erasmus. Cruz y raya a Pablo. Él ahora muestra en público que su devoción, su fidelidad y su familia no son los Borbones sino los Urdangarin. En la primera ocasión que se ha podido ver en familia, jugándose un partido de balonmano entre el Irún y el Granollers en Euskadi, lo ha ido a ver su familia paterna: Iñaki Urdangarin y su madre Claire Liebart. Las muestras de afecto entre Borbón y su abuela no Borbón han sido tiernas, próximas, sinceras. Con la misma sinceridad que Pablo se ha negado a dejarse retratar con Leonor o su abuela Borbón, Sofía, que cumplía 85 años la semana pasada. Pablo se retrata con ellos y queda retratado él: detesta a la Corona. Y lo hace porque sin la monarquía ya tiene el futuro asegurado.
Pablo vive solo en Pedralbes en un piso de 150 m² con piscina. Un inmueble así cuesta 4000 euros mensuales: "La nueva casa de Pablo es un apartamento de unos 150 metros cuadrados en una zona ajardinada con piscina, cerca del Liceo Francés y del aparthotel AC Marriot Victoria Suites, divididos en tres habitaciones (dos dobles), dos baños, una gran cocina de casi 30 metros cuadrados y un salón comedor con unas bonitas vistas, también muy grande". Solo la cocina es mayor que muchos apartamentos de Barcelona. La excusa de un piso tan grande debe ser que necesita una cama especial para sus 1,94 m de altura y para ir más rápido a Granollers, donde entrena. Cristina cuando herede los mil millones que le tocan de la fortuna de Juan Carlos será la mujer más rica de Barcelona. A Pablo le esperan 250 millones como a cada uno de los cuatro hijos de la infanta. Es el heredero más rico de Barcelona.
Por eso la devoción de Pablo ya no está en los Borbones sino en los que él quiere: Cristina, Juan Carlos y Claire, a quien besa la mano como quien besa el anillo del poder. Adiós Leonor.