Pablo Urdangarin no es bueno jugando a balonmano. En su nuevo equipo no juega ni en el cinco inicial, ni en los minutos decisivos de los partidos. En el decisivo enfrentamiento en casa contra el Ademar de León, entre los cinco mejores de la Liga Asobal, empataron agónicamente, grave en Granollers, y para más drama el entrenador gallego no lo pone. Le tiene manía o cree que su fichaje es una imposición del presidente. El drama de Pablo empieza a ser evidente: soñaba con serr como su padre en el historial deportivo no en el historial delictivo, y se quedará en nada. Su sueño, que en la prensa afín pregonan a los cuatro vientos, de ser seleccionado por España quedará en nada, a no ser que el COI, el COE o el Ministro de Deportes, Ernest Urtasun, obligue. Lo tiene mal, Urtasun es republicano. Pablo jugó poco aquel partido y acabó llorando en la grada al lado de su madre, la infanta Cristina que lo fue a ver en Granollers, y su novia Johanna. Así lo explica el digital Chance: "Lágrimas, consuelo y cariño":
La infanta Cristina, una madraza en el peor momento de Pablo Urdangarín. Lágrimas, consuelo y cariño https://t.co/343TP369VF
— CHANCE (@CHANCE_es) March 20, 2024
Zarzuela pierde la única baza que tenía para un nuevo abanderado Borbón en las Olimpiadas París 2024. Querían repetir la jugada de Barcelona 92 cuando Felipe fue el abanderado de la delegación española tras ir clasificado de manera extraña, enchufado, en la competición de Vela. Obviamente, no ganó ninguna medalla, no era lo bastante bueno. Pero la foto del hermano pequeño desfilando por Montjuïc y la hermana mayor Elena llorando en el palco con la cara llena de mocos ha pasado a la Historia de Catalunya. No se repetirá, Pablo no será olímpico si ni juega con su equipo. En las gradas estaba preocupado, y no lo expulsaron ni perdieron ni tuvo ningún incidente. Sencillamente, su entrenador no cree que sea lo bastante bueno. Zarzuela no tapará el escándalo Del Burgo con otro Borbón olímpico.
Pablo tenía un problema para ser el favorito de Zarzuela, es antimilitarista. Ha tomado partido contra Rusia I es trascendental, ya que el rey Felipe es jefe de las Fuerzas Armadas. Quien gobierna al Ejército es el presidente del gobierno y la ministra de Defensa, Margarita Robles, pero el símbolo del Ejército español, el soldado es Felipe VI. Siempre dispuesto a ponerse el uniforme militar en celebraciones especiales. Letizia dio una lección de sensibilidad con el pueblo ucraniano, con una blusa, y su sobrino Pablo Urdangarin ponía la cara a un cartel gigantesco de letras amarillas sobre fondo negro: STOP WAR. Fue el partido más especial de la sección de balonmano del Barça, el del 50.º aniversario del balonmano en el Palau. Pablo no se cortaba y admitía posicionar políticamente. En primera fila y sujetando la pancarta, nada de esconderse detrás.
Son fotos que ningún otro medio publicó. Solo EN Blau. Pablo Urdangarin Borbón, quinto en la línea sucesoria de Leonor entre los nietos. Va después de Sofía, Froilán, Victoria y Juan. Único que con 23 años se ha atrevido a tanto, con personalidad. Es el primero que trabaja. Victoria Federica y Froilán son zánganos y partidarios de Vox. Tendría que ser él, Pablo, catalán, culé, implicado, educado, sensibilizado, valiente y guapo. No suficientemente bueno para el Barça, ni para el Granollers.
Nacer y educarse en Barcelona tiene estas cosas, te llamas Borbón pero te posicionas públicamente con uno PARAD la guerra. Una decisión del club que el chico hIZO suya porque tiene sensibilidad, podría haberse apartado de la pancarta y se pone en las fotos. Deja en evidencia el desastre de los otros sobrinos adultos del rey Felipe. Froilán en la discoteca y Victoria Federica en una pasarela de moda de París. Frivolidad versus personalidad. Las lágrimas de Pablo emocionan.