Pablo Urdangarin, hijo de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, está labrando su propio camino en el mundo del balonmano. Siguiendo los pasos de su padre, ha brillado con su fichaje por el Granollers, equipo al que se unió tras su paso por el FC Barcelona. Este joven deportista parece destinado a convertirse en una estrella en las próximas temporadas.
Pablo es el único de los hijos que ha heredado la pasión por el balonmano. Y su entusiasmo y dedicación lo han llevado lejos. En 2018, dio un importante paso al unirse al TSV Hannover-Burgdorf alemán. Posteriormente, en 2019, se trasladó al HBC Nantes. Sin embargo, su momento cumbre llegó en 2021 al unirse al FC Barcelona, el club donde su padre dejó huella.
Pablo Urdangarin se afianza en el BM Granollers
En el club catalán obtuvo algunos logros significativos, pero nunca alcanzó la etiqueta de figura clave en el equipo. Así, en 2023, tuvo que buscar nuevos horizontes aceptando la oferta del BM Granollers. Y lo cierto es que no le está yendo nada mal en el conjunto catalán. Algunas fuentes expertas aseguran que incluso es mejor que su padre. Su desempeño en el equipo catalán ha sido más que destacado.
Sin embargo, pese a que muchos se refieren a su calidad, entrega y perseverancia, lo cierto es que no figura entre los candidatos a formar parte de la Selección Española para participar en los Juegos Olímpicos de París que tendrán lugar este mismo verano. Un hecho que, cuanto menos, está levantando sospechas en Barcelona.
El apellido de Pablo Urdangarin puede ser un problema en su carrera deportiva
Tal y como te hemos contado en EnBlau, que Pablo lleve el dorsal 77 en la espalda no es casualidad. Es un homenaje a su padre, que lució durante años el dorsal 7 mientras fue profesional. Del mismo modo, Pablo ha optado por usar el nombre Urdangarin, sin más especificaciones, en la camiseta. Un hecho que demuestra que el joven no reniega de su apellido y lo lleva con dignidad y orgullo, aceptando el legado que le ha sido dado.
En esta línea, se ha especulado con los deseos de Pablo de poder ganar algún título con la Selección Española para poder ser recibido en Zarzuela con todos los honores junto al resto del equipo, en una especie de venganza y reivindicación delante de los reyes.
Una serie de detalles que le estarían cerrando las puertas del combinado español. Se habla de una mano negra que le estaría cerrando las puertas del éxito y, sobre todo, de Zarzuela. Algunos altos cargos, quizás presionados por las altas esferas, no quieren cerca a un Urdangarin ni arriesgarse a un encuentro en palacio que, inevitablemente, generaría controversia y revuelo.