En la Familia Borbón hay algunos anticatalanes, el Felipe del 3-O o la ultraespañolista infanta Elena con sus hijos de Vox, pero también hay Borbones catalanes que lo son de nacimiento y educación: los cuatro hijos de la infanta Cristina: Juan, Pablo, Miguel e Irene Urdangarin. La pequeña es la que menos tiempo pasó escolarizada en el Liceo francés de Barcelona, pero todos han nacido, criado y educado en el mismo barrio: Pedralbes. Nacidos en la Teknon, residentes en la torre familiar de Reina Elisenda y finalmente exiliados en Londres y Ginebra. Solo uno sigue viviendo en Catalunya: Pablo Urdangarin. Es el mejor educado, el que mejor habla con la prensa, el que decide estudiar y trabajar al mismo tiempo, el que ha incorporado los valores del sacrificio. Se ha repuesto de la decepción de no poder jugar en el mejor equipo de balonmano, el Barça, fichando con total humildad por el Granollers. Y se desplaza cada día de su nuevo piso de lujo en Pedralbes a la capital vallesana.
Antes y después del partido Granollers-Barça del martes por la noche a Pablo se le vio en el parking del Palau d'Esports subiendo en un coche que no conducía él sino su novia Johanna. Su detalle de humildad es ser rico pero no tener coche propio. Según Vanitatis "Pablo tiene últimamente algunos problemas para moverse, puesto que no tiene coche, así que la familia está mirando la posibilidad de comprarle un utilitario que le sirva para desplazarse de Barcelona a Granollers sin la necesidad de que lo lleve algún compañero, como sucede ahora, y sin tener que usar el coche de su novia Johanna". Pablo se sacó el carnet de conducir en Barcelona, no como sus hermanos que lo hicieron en Móstoles, pero como buen catalán, no quiere ostentar. Tiene una fortuna familiar que le permitiría conducir un Porsche pero no: prefiere disimular e ir de copiloto en utilitario.
Fotos exclusivas: Pablo Urdangarin y sus clases para sacarse el carné de conducir https://t.co/rRaC8oxZ3x
— Vanitatis (@vanitatis) December 12, 2022
Pablo a los 22 años no tiene coche. No puede moverse con autonomía entre su casa y su puesto de trabajo. Es nieto de reyes, de uno de los hombres más ricos de España Juan Carlos (gracias a una fortuna inmoral e ilegal) e hijo de la mujer que heredará 900 millones de euros de Juan Carlos (los otros 900 son para Elena). Y resulta que cada día tiene que hacer más de 60 km para ir y volver a Granollers en Renfe. Impensable. Hacerlo en coche también es mucho rato, unos 45 minutos por trayecto. Un jugador de élite, del segundo equipo de la Asobal, tiene que ir a los partidos y a los entrenamientos de copiloto. Lo lleva un compañero que tiene coche. Un detalle excesivo: si puede pagar él solo el alquiler de un piso de lujo en Pedralbes de 150 m2 con piscina, puede pagar un Seat Ibiza. Pero ya se sabe, los pijos catalanes son diferentes de los madrileños: que no se note que son ricos.
Froilán madrileño y ostentoso conduce un Audi de 80 mil euros y Pablo va incómodo con sus 1,94 metros de altura enclaustrado en el asiento de copiloto del pequeño utilitario de la novia o de un compañero del Granollers que lo paga a plazos. Los conductores noveles conducen coches de gama baja para poder aprender sin miedo pero Froilán va con un vehículo de ministro. Eso sí: rojo. Froilán hortera y quillo, como de concursante de MyHyV de Telecinco. Y por si había dudas que la ley se la suda a su Familia, una multa en el parabrisas. Pablo es el anti-Froilán.