Pablo Urdangarin es uno de los nietos favoritos de la reina Sofía, pero en los últimos años se han distanciado considerablemente por las diferencias de pensamiento de ambos. Siempre se ha dicho que la emérita es una persona muy religiosa y familiar, y hay algunas cosas que no concibe. Se habla de distanciamiento entre ellos porque el jugador de balonmano estuvo unos días en Palma de Mallorca, ya que los padres de Johanna Zott tienen una casa en la isla balear, pero no se pasó ni un solo día a visitar a su abuela. En ese momento tampoco podía porque Letizia y Felipe estaban en Marivent con las niñas.
A diferencia de la reina Sofía, Letizia no es creyente, por lo que no le preocupa que Leonor y Sofía pasen la noche con sus respectivas parejas. Aunque no se sabe si la infanta tiene una relación estable actualmente, sí se conoce que la princesa tiene un amigo especial, el conocido Gabriel Giacomelli, a quien invitó este fin de semana a Palma de Mallorca junto a otras amigas que conoció en el internado de Gales donde su hermana cursa ahora el bachillerato internacional.
La reina Sofía no quiere que ninguno de sus nietos entre a Marivent con su pareja
Leonor navegó con él hasta Cabrera y pasó todo el sábado a bordo sin la presencia de Letizia, quien se encontraba en París apoyando a los deportistas españoles. La reina Sofía, en cambio, no permite que sus nietas duerman con sus parejas cuando están en casa, asignando una habitación separada para cada uno. Esta misma norma la aplicó con sus tres hijos: no podían compartir cama hasta casarse, aunque sus hijos tenían la opción de ver a sus parejas fuera de Zarzuela.
La reina Sofía no deja que nadie duerma en Marivent con su pareja. Mientras esté ella se van a mantener las formas. Sabe que con los jóvenes son otros tiempos, para ella pediría a todos sus nietos, como lo intento con sus hijos, que se casasen vírgenes, como hizo ella.
Este año la reina Sofía ha recibido muy pocas visitas en Marivent, y es que casi todos sus nietos tienen pareja, y ninguna de ellas es bien recibida por parte de la emérita. Si no pueden dormir juntos, no van.