Letizia sentencia a los Marichalar y a los Urdangarin. La relación con ambas familias está completamente rota desde que el caso Nóos salpicó a la corona y casi termina con ella y con el matrimonio con Felipe. La mayor venganza de la reina ha sido librarse de todos ellos y alejar a su marido y a sus hijas. Obligó eliminarlos de los Presupuestos Generales del Estado para calmar a la ciudadanía y dejaron de coincidir con ellos. Ninguna fotografía conjunta desde entonces, algo que añora la reina Sofía, una persona religiosa y tradicional.
La reina Sofía quería reunirse con sus ocho nietos, algo que no sucede desde hace diez años. Es muy mayor y aunque está bien de salud sabe que pronto las cosas se complicarán y no podrá ir a Marivent o estarse periodos tan largos de tiempo. Ahora que aún se encuentra con buena salud querría pasar un día con todos ellos e inmortalizar con una fotografía ese momento. Letizia ya le ha dado la mala noticia y le ha asegurado que eso no sucederá, por lo menos con Leonor y Sofía. La reina no quiere que los Marichalar y los Urdangarin perjudiquen a la imagen de la princesa y la infanta.
Los Urdangarin y los Marichalar no tienen ninguna relación con ellas y no ven con buenos ojos a Letizia, es la principal enemiga. No tienen contacto con ella. La infanta Elena rechazó a la monarca desde el principio, igual que le sucedió a Juan Carlos. Sin embargo, Cristina le dio una oportunidad, al final ella también se casó con una persona que no pertenecía a la realeza. Iñaki y ella dejaban a Felipe su casa de Barcelona para que se reuniese con Letizia. Incluso hacían algunas vacaciones juntos, pero unos años más tarde la relación se rompió y la madre de Pablo Urdangarin nunca lo entendió.
La verdadera relación de Letizia con sus sobrinos, el gesto que la delata
Sabemos como es la relación de la reina con las infantas Elena y Cristina, pero no con sus sobrinos. No se sabe si ejerce de tía o no, aunque por las declaraciones de Victoria Federica en una entrevista la respuesta más acertada es no.
La última vez que toda la familia se reunió al completo fue en el funeral de Constantino de Grecia. Sin embargo, Letizia y Felipe no trajeron a Leonor y Sofía, y encima siempre iban por delante del resto. De esta forma evitaron que existiese una fotografía conjunta.
A la entrada de la Catedral de la Asunción de Atenas se vivió una curiosa anécdota. Letizia se sentó en su banco y se giró. Justo detrás se encontraban Miguel y Pablo, y Froilán y Victoria Federica. La reina levantó tímidamente la mano y les mandó un beso. Miguel Urdangarin es quien le devolvió un beso a la reina, el único. Con Froilán y Victoria Federica se sabe que la relación es demasiado tensa, pero no con los hijos de Urdangarin y Cristina, por este motivo fue extraña la actitud inmóvil de Pablo.