Pablo Urdangarin es desde hace años el único Borbón capaz de sustituir a Leonor dado el caso que la princesa renunciara o no pudiera ser reina. El concepto Familia Real existe solo por eso: porque todos los primos de la princesa ocupan un número en el orden sucesorio. Son todos suplentes de Leonor, empezando por la hermana pequeña, la infanta Sofía, y acabando por Irene Urdangarin. En medio dos Marichalar que solo Vox imagina con la corona. Zarzuela se desespera cuando contempla que estos suplentes pasan la vida entre alfombras rojas, photocalls, programas de TV como El desafío o tomándose años sabáticos de no se sabe qué estrés. Ocupan puestos de trabajo imaginarios creados ad hoc expresamente para hacer ver que hacen alguna cosa. El único primo que de verdad hace alguna cosa es Pablo, el primero que ganó un salario, jugando a balonmano en Francia y ahora en Catalunya. Es el único que habla con la prensa y de manera educada. Es el único que tiene pareja formal, Johanna. Según la última encuesta publicada valorando a todos los Borbones, es el que saca mejor nota, el único Borbón viable como futuro jefe del Estado.
Zarzuela mira con buenos ojos al primo más catalán de Leonor. De los cuatro Urdangarin nacidos en Barcelona Pablo es lo único que vive y trabaja en Catalunya, reside en Pedralbes y trabaja en Granollers. Pero nunca nadie lo ha visto demasiado catalán para los estándares españoles. Lucía la bandera catalana en la camiseta cuando jugaba con el Barça y el único gesto que disgustó a Casa Real es cuando accedió a salir con todo el equipo del Barça con una pancarta pidiendo que se parase la guerra en Ucrania. Ya no lo ha hecho más, ni por Palestina. Pablo no ha podido diseñar la carrera perfecta en el mejor equipo del mundo de balonmano. El Barça de Laporta lo rechazó. Un paso atrás en sus aspiraciones profesionales y en el sueño húmedo de la Corona: otro Borbón abanderado en unos Juegos Olímpicos, como Felipe en Barcelona '92 donde fue a competir con el equipo de Vela. Pablo Urdangarin no tiene el nivel del Barça pero aspira a la Selección española y por fin ha conseguido la foto que quería, luciendo la bandera de España en la camiseta de la Selección. No la absoluta sino la selección B, la de los jugadores más jóvenes, los Hispanos universitarios. Juegan el Mundial de la categoría en Málaga y Pablo ha sido seleccionado. Salto cualitativo entre estas dos fotos: con el Barça tomando partido político y con la roja, con España:
Pablo con la Real Federación Española de Balonmano, que como real tiene una corona en el escudo. No cuesta imaginar las presiones que habrá dentro de esta Federación a fin de que Pablo debute con la Selección absoluta. El yerno perfecto, el primo que podría ser príncipe, el catalán pero no demasiado, el discreto, atractivo y profesional Pablo Urdangarin. Solo hay una mancha en esta foto que Zarzuela no puede evitar, Pablo va con los colores de España y con el número 14, el de su padre Iñaki. Único condenado de la Familia, encarcelado, sin el ducado de Palma, adúltero y finalmente fuera de la Familia Real. Es lo único que España se tiene que tragar, que Pablo lleve el apellido y el dorsal de una persona que delinquió aprovechándose del apellido Borbón. Pero eso es lo que hacía el abuelo materno, Juan Carlos. Pablo, el príncipe de Asturias a la sombra.