Pablo Urdangarin ve a Letizia como la mano negra que está detrás de su fracaso en el balonmano. El jugador está poniendo todo su empeño en lograr su sueño de convertirse en una figura respetable en este deporte como un día lo fue su padre, una persona a la que admira, a pesar de todas las cosas que han sucedido en los últimos años. El joven regresó a Barcelona después de vivir en Washington y Ginebra para formarse en el FC Barcelona mientras continuaba con sus estudios. Hace un par de años que ha abandonado el club donde su progenitor dio los pasos más importantes en su carrera, por el Granollers FC, un club inferior en el que pensaba que podía destacar, pero su participación es un fracaso. Pablo también soñaba con participar en la Selección Masculina de Balonmano e ir a los Juegos Olímpicos, pero por ahora no se le convoca para nada más.
No pierde la ilusión, pero se hace mayor y su sueño está cada vez más lejos, en el deporte no se jubilan a los 65 años ni tampoco se hacen fichajes en otros clubes de personas muy mayores. Pablo Urdangarin piensa que Letizia y Felipe VI estarían detrás de este fracaso en la profesión de sus sueños porque no quieren a ningún Borbón mediático, ya hacen esfuerzos para apartar a Victoria Federica, pero ella desafía todas las normas.
Letizia se encargó personalmente de hundir a los Urdangarin
No es por lo único que Pablo Urdangarin siente animadversión hacia Felipe VI y Letizia, más a ella que a él porque sabe que le maneja como quiere, como si fuese un títere. Ella toma todas las decisiones, él solo las ejecuta con resignación muchas de ellas. Si su abuelo Juan Carlos estuviese aún en el trono, todo sería diferente para la familia.
Letizia quería vengarse de los Borbón porque nunca se sintió querida, le hicieron el vacío y querían sacarla de la corona, como hicieron con Isabel Sartorius y Eva Sannum, pero con ella no se logró, es demasiado ambiciosa. Era conocedora de todo el entramado de Iñaki Urdangarin con Juan Carlos y todas las polémicas. Se cree que es ella misma quien facilitó información a la prensa para que se pusiesen a investigar y empezase el caso Nóos, que acabó con el padre de Pablo entre rejas, callando todo lo que sabía para no dañar a la corona.
Le echa siempre en cara que fuese ella quien delató a su padre. Por culpa de Letizia, los Urdangarin vivieron un infierno y no piensa perdonárselo nunca, por ello no tienen ni la más mínima relación. Pablo no fue al cumpleaños de Leonor, pero si vino dos días más tarde al de la reina Sofía, también estuvo en el de la infanta Elena.