En los últimos meses, Pablo Urdangarin ha experimentado una enorme decepción. El joven jugador del BM Granollers había puesto grandes esperanzas en ser convocado para representar a España en los Juegos Olímpicos de París 2024. Sin embargo, sus aspiraciones se han visto frustradas, ya que no ha sido incluido en la lista final del seleccionador nacional.

De hecho, la selección española de balonmano ya se había asegurado su plaza en los torneos Preolímpicos tras clasificarse para los cuartos de final del Mundial en abril pasado sin necesidad de contar con él. Desde ese momento, las posibilidades de Pablo de cumplir su sueño olímpico comenzaron a desvanecerse.

Pablo Urdangarin debuta con España, EP
Pablo Urdangarin debuta con España, EP

El sueño de Pablo Urdangarin se desvanece

Para Pablo, ser convocado para los Juegos Olímpicos no solo representaba una oportunidad deportiva, sino también una forma de consolidarse en el deporte que su padre, Iñaki Urdangarin, había amado y en el que había brillado. Y no solo eso. Más allá de sus logros personales, una posible medalla olímpica habría sido la llave para ser recibido por la familia real con todos los honores. Una escena que simbolizaba un posible renacimiento para los Urdangarin, una manera de reivindicar su nombre y restablecer su dignidad perdida a raíz del escándalo del caso Nóos.

El caso Nóos, en el que Iñaki Urdangarin fue señalado como el principal culpable, tuvo un impacto devastador en la imagen de la familia. Aunque el exduque de Palma fue el único que enfrentó consecuencias legales severas, muchos sostienen que había personas dentro de la monarquía que estaban al tanto de los pormenores del escándalo. Esta percepción de injusticia ha dejado una marca profunda en la familia Urdangarin, y Pablo no ha perdonado a la corona por el tratamiento recibido.

Pablo Urdangarin Iñaki Telecinco
Pablo Urdangarin Iñaki Telecinco

Sospechas sobre la posible influencia de la casa real

Ahora, el sueño de Pablo de ser reconocido en Zarzuela con honores y de devolver la dignidad a su familia parece estar cada vez más lejano.  Sin embargo, la exclusión de Urdangarin ha empezado a generar una serie de especulaciones y sospechas, que apuntan a una posible mano negra desde Casa Real.

La decisión de la Federación de dejarlo fuera de la selección ha generado una creciente sospecha de que, en realidad, la Casa Real podría estar interviniendo para evitar la presencia de un Urdangarin en el escenario internacional. La idea de ver a un miembro de la familia Urdangarin representando a España en los Juegos Olímpicos podría ser incómoda para quienes en Zarzuela desean dejar en el fondo del cajón cualquier asociación con el legado de Iñaki Urdangarin.