Desde que Letizia se unió a la familia real, su relación con sus orígenes ha sido un tema de polémica. Según el periodista Jaime Peñafiel, autor de varios libros sobre la vida de la reina, Letizia ha sentido una profunda vergüenza de su pasado familiar, marcado por raíces muy distintas a las de la realeza. Su madre, Paloma Rocasolano, fue una reconocida sindicalista de izquierdas, mientras que su abuelo, Francisco Rocasolano, era taxista y comunista, un contraste radical con la imagen que Letizia ahora proyecta como reina.
A lo largo de los años, la figura de Paloma ha sido especialmente controvertida. Aparecía en eventos oficiales como los Premios Princesa de Asturias, sin embargo, su presencia ha incomodado en diversas ocasiones a la Casa Real. Paloma, en su afán de codearse con las élites, se ha mostrado públicamente en eventos de la realeza, como si perteneciera al círculo más íntimo de Zarzuela. Esto, sin embargo, no siempre ha sido del agrado de la familia real, que en múltiples ocasiones ha buscado preservar el protocolo por encima de los intereses familiares de Letizia.
Paloma Rocasolano no está invitada a los Premios Princesa de Asturias
Recientemente, y en el marco de los Premios Princesa de Asturias de este año, la Casa Real ha dado un giro en cuanto a las invitaciones familiares. Felipe VI habría decidido, de acuerdo con las reglas de protocolo, dar prioridad a figuras oficiales y miembros clave de la realeza, limitando el protagonismo de aquellos que no forman parte directa de los deberes institucionales. Esto ha afectado notablemente a Paloma Rocasolano, pues el protagonismo recaía en la reina emérita Sofía, reforzando su lugar en actos oficiales y relegando a la madre de Letizia al plano secundario.
La actitud de Paloma en el pasado ha dejado clara su afinidad por aparecer en público, generando a veces situaciones incómodas para la monarquía. Algunos expertos han comentado que la fuerte presencia de Paloma en actos públicos reflejaba más sus deseos de formar parte de la vida pública que un verdadero rol de apoyo familiar. Esta necesidad de aparentar, según afirman, no ha sido del agrado de la institución, que ha intentado en varias ocasiones mantener el rigor y el decoro en eventos de gran escala.
Paloma Rocasolano, daño colateral del ninguneo a la reina Letizia
Con la retirada de protagonismo a Paloma en esta edición de los premios, la Casa Real refuerza su deseo de proyectar una imagen sólida y sin distracciones para la ocasión en la que la princesa Leonor se presenta como mayor de edad y, por ende, una figura en camino a asumir futuros compromisos de estado.
Mientras tanto, Felipe VI prioriza la estabilidad de la Corona y la cohesión en actos de relevancia institucional, promoviendo una imagen que se alinea con los valores que la familia real quiere representar. Apartar a Paloma Rocasolano es para algunos un intento de la Casa Real de minimizar las distracciones y mantener la ceremonia enfocada en los galardones y la labor de la futura generación de la monarquía, asegurando que el foco permanezca en Leonor y en el valor de la monarquía para la sociedad española.