Paloma Rocasolano habría vuelto unos días a Madrid para mostrar su apoyo a Carla Vigo. La madre de Letizia está muy preocupada por la salud de la joven. Los abuelos de la hija de Erika Ortiz han ejercido como padres desde el fallecimiento de su progenitora. Han sido una ayuda indispensable para Antonio Vigo. Hace unas semanas saltaron las alarmas al verla dando un paseo por el barrio de Chueca, en Madrid, con vendajes visibles en la cabeza, oreja y cuello. A partir de esas imágenes muchos empezaron a hacerse preguntas sobre la salud de la prima de Leonor. La madre de la reina se encontraba viviendo en Murcia con Marcus Brandler cuando se hicieron públicas las imágenes y recibió la llamada de Letizia para que viajase a Madrid.
Los rumores se han incrementado tras el silencio de Carla Vigo, quien ha vuelto por recomendación médica al piso tutelado en el que vivía. La joven ha preferido mantener un perfil bajo en estos momentos tan complicados, lo que ha creado mayor incertidumbre.
Carla Vigo padece trastornos alimenticios
Carla Vigo está atravesando momentos complicados tras perder su trabajo en la compañía teatral del bailaor Rafael Amargo. La sobrina de Letizia ha hablado abiertamente en numerosas ocasiones sobre sus trastornos alimenticios. También del sentimiento hacia su madre. “Me ha costado muchos años ser consciente (…). Me hubiera gustado despedirme de ella, pero me despedí en una carta que publiqué en redes hace un año”, ha dicho.
Habló por primera vez del fallecimiento de su madre. “Entendí que tenía una enfermedad, pero me sentó abandonada, porque tú eliges vivir o no. En mi familia, la salud mental nunca ha sido un tabú, siempre me han llevado a psicólogos y me han cuidado”, ha declarado Carla, que ha reconocido que llegó a sentirse culpable por la muerte de su madre.
La sobrina de Letizia reconoce públicamente que tiene un trastorno mixto, con épocas de anorexia y épocas de bulimia, y que tras la muerte de su madre intentó hacerse daño por primera vez.
Carla Vigo nunca ha hablado públicamente del apoyo de su familia, pero siempre ha contado con ellos para superar su enfermedad. Siempre ha estado supervisada por Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz. Está muy agradecida a sus abuelos maternos. Cuando rompió con su anterior pareja “estuve una semana sin comer ni dormir porque había roto con Álvaro y me ingresaron en un psiquiátrico”.
