Igual que Jesús Ortiz, Paloma Rocasolano, máximo apoyo de Letizia, también está muy preocupada por su hija. Mientras esté Felipe presente, la abuela de Leonor y Sofía ya no se atreve a poner un pie en Zarzuela. La relación ahora mismo entre los reyes es muy tensa y podría estar muy cerca del final, según varios expertos en Casa Real. Anímicamente la monarca está “muy mal”, “muy triste” y “abatida por los acontecimientos”. Las declaraciones de Jaime del Burgo la han herido de muerte, no se esperaba un golpe de estas características. Por el momento, Casa Real no ha confirmado ni desmentido estas informaciones, prefiere optar por el más absoluto silencio.
Paloma Rocasolano está muy preocupada por el estado anímico de Letizia. Ya perdió a una hija en febrero de 2007 a causa de una depresión, no querría que se repitiese la historia por segunda vez. Cree que están siendo muy duros con su hija y le están haciendo mucho daño como persona por una campaña de desprestigio que se desconoce quien la ha ideado, pero no apuntan precisamente a Jaime del Burgo.
El gran secreto de Letizia y Erika Ortiz
Letizia siempre ha confiado en su madre y le ha contado cada uno de sus secretos más íntimos, incluso uno de los más fuertes hasta la fecha, aunque tardó en atreverse. Jaime Peñafiel, quien está actualmente de gira para promocionar su más reciente libro, ha revelado un tema de gran sensibilidad y complejidad. Basándose siempre en sus fuentes de absoluta confianza, el periodista expone que Letizia enfrentaba un "problema genético" que dificultaba su capacidad para concebir, razón por la cual decidieron no tener un tercer hijo y conformarse con las dos niñas, Leonor y Sofía. Según Peñafiel, existe la posibilidad de que las dos princesas no sean hijas biológicas de la reina, ya que los óvulos podrían haber provenido de su hermana, Erika Ortiz. Se afirma que Erika accedió a donar óvulos, comprometiéndose a mantener en secreto la verdad y a no mostrar interés por las niñas. Sin embargo, cuando nacieron, deseó reconocerlas como sus hijas, pero Letizia se negó. La madre de Carla Vigo cayó en depresión y se suicidó, mientras que el esposo de Erika, en el tanatorio, culpó a Juan Carlos con un grito de "vosotros la habéis matado".
Jesús Ortiz, al igual que Paloma Rocasolano, estaba al tanto de esta información y le costó aceptarla. Es consciente de que esta revelación podría causar un gran daño a Letizia, incluso más que el rumor de una supuesta infidelidad, y está muy preocupado. Ambos se han unido para brindarle apoyo y evitar que se sienta sola en estos momentos complicados para la familia. Su principal objetivo es evitar que Letizia tome decisiones imprudentes.