Paloma Rocasolano, madre de la reina Letizia y figura influyente en la familia real española, ha llevado una vida marcada por la discreción y el apego a sus seres queridos. Desde que su hija se unió al clan Borbón, Paloma ha jugado un papel crucial en la vida de la familia, especialmente en el cuidado de sus nietas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Con la confianza absoluta de Letizia, Paloma ha estado presente en el Palacio de Zarzuela, donde incluso contaba con habitaciones propias, según ha revelado la periodista Pilar Eyre.
La vida de Paloma cambió drásticamente cuando su hija Letizia se convirtió en reina consorte de España. De un entorno más modesto, pasó a formar parte de la alta sociedad y a disfrutar de los privilegios que vienen con estar cerca del poder. Sin embargo, su ascenso social también trajo consigo una atención mediática que, en ocasiones, puso al descubierto aspectos de su vida personal que preferiría mantener en privado.
Paloma Rocasolano tiene una hermana desconocida por la opinión pública
En este sentido, Paloma esconde un secreto bien guardado desde hace dos décadas: una hermana fuera del matrimonio que ha permanecido oculta al ojo público. Los abuelos maternos de la reina Letizia, Enriqueta Rodríguez Figueredo y Francisco Rocasolano, fueron figuras centrales en la vida de Paloma. Enriqueta, madre de Paloma, fue una mujer marcada por las dificultades de su tiempo. Viuda a una edad temprana, se refugió en Madrid durante la Guerra Civil Española, donde conoció a Francisco. Juntos construyeron una vida que culminó en su matrimonio en 1950 y en el nacimiento de Paloma y su hermano Francisco. Sin embargo, antes de este matrimonio, Enriqueta ya era madre de una niña, Otilia, fruto de su primer matrimonio.
Otilia era hija de una relación anterior de la madre de Paloma Rocasolano
Otilia, la media hermana de Paloma, fue un secreto que se mantuvo oculto durante gran parte de la vida de la familia Rocasolano. Aunque formaba parte de la historia familiar, su existencia fue discretamente apartada del relato público. Otilia no creció junto a Paloma y Francisco, y su relación con la familia fue, en muchos aspectos, distante. Este hecho permaneció en las sombras durante décadas, hasta que las investigaciones y revelaciones recientes sacaron a la luz esta parte desconocida de la vida de Paloma Rocasolano.