Esta nochebuena todos los focos apuntan al rey Felipe durante su tradicional discurso pero este año la particularidad es que la audiencia no verá sobre su cabeza una corona sino unos cuernos. Ni toda la prensa española unida puede tapar que hace veinte días supimos que Letizia mantuvo una relación extramatrimonial cuando era princesa, durante dos años y con un amigo íntimo de Felipe y Letizia, testigo de la boda real, Jaime del Burgo. La humillación a Felipe es sideral y hoy los focos le molestan. Llega la única noche del año en que la monarquía adquiere cierto protagonismo. El discurso ha ido perdiendo interés, audiencia y hay TV que han dejado de emitirlo, como TV3 que lo relega al 3/24 para orgullo de Toni Cruanyes, editor del TN. La última frontera es dejar de emitirlo, pero todavía se considera cortesía ponerlo por si dice algo interesante. Nunca pasa y esta noche puede ser la excepción. Pilar Eyre es de las pocas voces que no se ha autocensurado y espera una frase explícita del rey que aclare el estado de salud de su matrimonio. La noche será amarga y la cena de Navidad de Zarzuela este año tiene menos comensales que nunca: cinco.
En la mesa se sentarán Felipe, Letizia, Leonor, la infanta Sofía y una de las dos abuelas, la que les importa: Paloma Rocasolano. La otra, la reina emérita cenará en otro extremo de Zarzuela sola con su hermana Irene que este año sufre Alzheimer. Una imagen terrible de las dos octogenarias. Por nochebuena en Zarzuela no está ni el servicio, les dan fiesta. Ni en estas circunstancias Letizia ha tenido piedad de su suegra. Paloma Rocasolano es quien ha cogido la silla del Sofía y no la suelta. Es tanta la influencia que ejerce la madre de Letizia que hace años que en una noche tan especial hay una ausencia que chirría: Jesús Ortiz, el padre de la reina. El divorcio de los padres de Letizia fue traumático y Jesús Ortiz es más feliz con su segunda mujer, Ana Togores, a quien Paloma Rocasolano y Letizia apartan de las fotos, como la de la confirmación de Sofía. Paloma Rocasolano ha impuesto este año una sexta silla pero no es para su consuegra ni para su otra hija, Telma Ortiz, otra expulsada de Palacio. Ya no va a la cena de Navidad por razones obvias: ver a Telma es ver la cara de Jaime del Burgo, su exmarido. Telma será ya para siempre la mujer que se casó, incomprensiblemente, con el amante de su hermana.
El sexto comensal en Zarzuela será Marcus Brandler, el novio de Paloma Rocasolano. Será el primer año de Mr Brandler según Lecturas"Este año podría haber una excepción y que se añadiera Marcus Tokuaboh Brandler, la pareja de Paloma. En lo que se refiere al resto de hermanas de Felipe y Letizia pasan estas fiestas con sus respectivas familias, de manera que no acudirían a la cena con Sus Majestades. Eso sí, aunque la cena principal no la celebren juntas, tanto los reyes como sus hijas se acercan a ver a Sofía e Irene y pasan un rato con ellas y brindar por unas navidades llenas de felicidad". Una muestra de caridad con Sofía, pasar dos minutos a hacer chin chin mientras mira la tele al lado de Irene, que no recuerda ni que su otro hermano, Constantino, murió en enero. En Zarzuela tiene más estatus Marcus Brandler que la madre del rey.
Así se explica por qué Letizia no se divorcia: a pesar del golpe mortal del adulterio para su imagen, sigue siendo quien manda: en la mesa habrá cinco Ortiz y solo un Borbón: Felipe. Letizia es mucha Letizia