España atraviesa una situación sumamente complicada. Hasta hace poco, las inundaciones eran percibidas como fenómenos propios de países como Brasil o Estados Unidos. Sin embargo, esta vez una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) ha impactado gravemente a la Comunidad Valenciana, convirtiéndola en el epicentro de una catástrofe que ha causado la muerte de más de 200 personas y ha dejado a numerosas familias sin hogar, alimentos, electricidad ni agua potable.
Desde el pasado martes, Valencia ha estado sufriendo las consecuencias de este desastre natural. Pese a la gravedad de la situación, ningún representante del gobierno español o de la Comunidad Valenciana acudió al lugar hasta la mañana del domingo. Ha sido el propio pueblo valenciano quien, con esfuerzo y sin descanso, ha intentado enfrentar esta tragedia y mitigar los daños, aunque muchos de ellos son irreparables.
El pasado domingo, tras una reunión, los reyes Felipe y Letizia, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez y el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, se presentaron en el lugar en una comitiva escoltada por más de veinte vehículos policiales. Su llegada no fue bien recibida por muchos valencianos, quienes expresaron su descontento a gritos, criticando que la ayuda oficial llegara tarde y señalando a ambos líderes por no dejar de lado sus diferencias políticas en una situación tan crítica, donde las ideologías deberían pasar a un segundo plano. No obstante, los reyes fueron los que recibieron el grueso de las críticas, con Felipe y Letizia soportando con paciencia la tensión del momento, en una jornada en la que, aunque no llovía, el descontento se hacía sentir como una tormenta.
Letizia muestra su preocupación por las personas de su entorno, Paloma Rocasolano vuelve a Madrid
Felipe y Letizia visitaron uno de los pueblos más afectados por la DANA, en una visita que estaba programada desde el viernes anterior. Sin embargo, algunos ciudadanos criticaron su presencia, acusándolos de venir solo para tomarse fotos y no para brindar ayuda real. Los monarcas terminaron con las ropas manchadas de barro, aunque no precisamente por estar ayudando en las tareas de limpieza. La frustración y el dolor de la gente se canalizaron en su indignación hacia los padres de la princesa Leonor.
La visita de los reyes dejó imágenes que marcarán la historia de España: el rey, abucheado y recibiendo proyectiles de barro, mientras que la reina Letizia rompía en llanto al escuchar los relatos de los afectados. La Casa Real era consciente de que esta recepción hostil podría ocurrir, pero ambos consideraron que acudir a la zona cero era su responsabilidad. Según se ha informado, Letizia incluso expresó sus reservas sobre acudir acompañada de los líderes políticos, advirtiendo que podrían enfrentarse a una reacción negativa, como efectivamente sucedió.
En medio de este escenario desolador, Letizia mostró una profunda tristeza y empatía por el sufrimiento de los valencianos, reflejando el impacto emocional que la tragedia dejó en todos los presentes. Preocupada por la situación meteorológica y sus consecuencias, la reina movió a su personal de seguridad para atender a Paloma Rocasolano. Están siendo días complicados para algunas zonas de España y Albacete o Murcia también se han visto afectadas, aunque no en las magnitudes de Valencia. Por este motivo, la reina ha pedido que su madre sea trasladada de urgencia a Madrid, aún la negativa de su progenitora, que asegura estar bien. Paloma Rocasolano servirá de apoyo a Letizia en esta semana en la que los reyes están centrados en esta problemática dejando de lado sus compromisos institucionales.