Hace una década que los Ortiz Rocasolano y los Borbón de Grecia no se reencontraban en un evento familiar. Desde que explotó el caso Nóos, Felipe y Letizia decidieron desvincularse de todos ellos, especialmente del apellido Borbón que se asociaba a la corona española. Juan Carlos había hecho mucho daño a la monarquía y necesitaban alejarle para mantenerla a flote. Sin embargo, aunque de una forma privada, la reina siempre ha mantenido el contacto con su familia, especialmente con su madre, su máximo apoyo.

Paloma Rocasolano no ha faltado a ninguna cena de Nochebuena con sus nietas, Leonor y Sofía. Los últimos años ha acudido en compañía de Marcus Brandler, su pareja. La reina Sofía e Irene de Grecia también han hecho acto de presencia por petición de Felipe VI, no quiere dejarlas solas en Zarzuela.

La Navidad vuelve un año más y una vez más Zarzuela se vestirá de gala para celebrar estas fechas tan señaladas. Leonor y Sofía disfrutarán de unas merecidas vacaciones para regresar a casa con sus padres. Como todos los años, Letizia se encargará de supervisar absolutamente todo. Ella es quien diseña el menú que se servirá en los días clave con la ayuda del personal de cocina. Estos días serán muy especiales porque serán unas fechas de reencuentros. En el día de Nochebuena también cuentan con la visita de Telma Ortiz y su marido.

Zarzuela

El menú de Letizia en Nochebuena 

Una vez al año no hace daño. Aunque desde hace tiempo, las cenas de Navidad no son ningún despliegue como en la época de Juan Carlos. Letizia es mucho más austera y discreta. Prefiere una cena familia intima y sencilla. Entre los platos que degustan cada año Felipe, Letizia, Leonor y Sofía se encuentran el pavo relleno de verduras, salmón ahumado, pudín de marisco, jamón ibérico, foie o angulas, entre otros. Un menú que se sale de las normas de la reina. Como postre, los reyes optan por algún dulce navideño, fruta y helado sabor a café, el favorito de Paloma Rocasolano.

nochebuena zarzuela

Precisamente, Letizia cumple con todas las peticiones de Paloma Rocasolano. A la enfermera jubilada le encantan las gulas, un plato que nunca falla en la mesa, pero no de sucedáneo.

Paloma Rocasolano era una mujer muy sencilla. Todos los veranos viajaba a Benidorm con sus padres, llegaba a la playa a primera hora con la sombrilla, la silla plegable y la nevera con los bocatas y las bebidas para pasar todo el día en la arena. Sin embargo, ya no queda nada de esa señora.

Desde que Letizia se casó con Felipe VI, los gustos de Paloma Rocasolano cambiaron por completo, y más cuando se convirtió en reina. Frecuenta los restaurantes más caros y exclusivos, las tiendas de lujo y viaja a miles de kilómetros de España para conocer nuevas culturas. Además, se somete a constantes tratamientos estéticos.