La relación entre la reina Sofía y Paloma Rocasolano siempre ha sido tensa y marcada por la desconfianza. Se comenta que Sofía sentía celos de Paloma, ya que esta última tuvo un papel más activo en la crianza de Leonor y Sofía que la propia reina. Paloma fue la principal encargada del cuidado de las niñas, mientras que Sofía se quejaba de que apenas le permitían verlas.
Esta dinámica podría estar relacionada con la forma en que Letizia y su madre fueron tratadas desde que entraron en la familia real. Se ha informado que Sofía cerró la puerta de su casa a Paloma desde el principio, considerándola como un desacierto para la imagen de la Zarzuela debido a su condición sindicalista y el origen humilde de su familia.
En Zarzuela se avergonzaban de Paloma Rocasolano
Uno de los momentos más notorios de este desplante ocurrió en la boda de los actuales reyes. Según el protocolo, Sofía debía entrar a la iglesia del brazo de su hijo, mientras que Juan Carlos lo haría con Paloma. Sin embargo, debido a las objeciones, se modificó el protocolo alegando que sería un escándalo que el rey entrara en la iglesia con una plebeya. El entonces rey entró con su hermana en lugar de Paloma, humillándola públicamente.
Detrás de este gesto estaba la reina Sofía, quien según se ha revelado, no quería la presencia de Paloma en un evento tan importante. En Zarzuela consideraron que Paloma, sindicalista e hija de un taxista, no tenía la solemnidad necesaria. Lo reveló la periodista especializada en la casa real Pilar Eyre. "Será un escándalo, es sindicalista, hija de un taxista, ¡ni hablar”!, se dijo mientras se preparaba el evento.
Un episodio que la reina Letizia nunca ha olvidado
"Esto no fue cosa de Juan Carlos, a él esto le importa un pito. En Zarzuela dijeron Paloma es sindicalista y bajita, quedará ridículo y sin solemnidad ir del brazo de esta señora. Que entre con la hermana que es viuda y alta, Pilar. Contra toda lógica y contra todo protocolo. Se avergonzaban de la madre de Letizia y no sabían ni cómo hacerla entrar. Paloma Rocasolano entró del brazo de su hija Telma que era soltera. También vetaron a la entonces segunda esposa del padre de Letizia Jesús Ortiz. Letizia tiene un recuerdo horrible de su boda. Tuvo aquel día fiebre psicosomática", añadió la cronista.
La humillación no solo afectó a Paloma, sino también a su hija Letizia, quien nunca olvidó ni perdonó este trato despectivo hacia su madre. Este episodio dejó una huella dolorosa en Letizia. Desde entonces, la relación entre ambas familias ha estado marcada por la tensión y el distanciamiento, revelando las complejas dinámicas de poder y rivalidad en la realeza española.
A pesar de las dificultades, Paloma ha mantenido su dignidad y ha continuado apoyando a su hija en su papel como reina consorte. Su presencia discreta pero constante en la vida de Letizia ha demostrado su compromiso como madre y su capacidad para sobreponerse a las adversidades. Sin embargo, la herida causada por la humillación en Zarzuela sigue presente, recordando el precio que a veces se paga por estar en el centro del poder real.